La capital burgalesa se ha puesto el delantal para demostrar a los cientos de personas que se han desplazado hasta la misma los motivos por los que fue elegida Capital de la Gastronomía Española. Distintas actividades y un variado programa gastronómico en bares de tapas, hoteles y restaurantes promocionan las bondades culinarias de la tierra, gracias la segunda edición de ‘Devora, es Burgos’.
Según los datos facilitados por el alcalde castellano, Javier Lacalle, la ocupación hotelera ronda el 95% por lo que puede hablar de «éxito». Al mismo tiempo, el edil entiende que es más que reseñable que se hayan realizado 3.200 reservas en los restaurantes de la capital que se sumaron al programa, todos ellos con un precio de 25 euros.
Uno de los actos más representativos de la primera jornada de este singular fin de semana gastronómico fue el que tuvo lugar el en Hotel NH Palacio de la Merced y que reunió a los mejores críticos gastronómicos, que debieron demostrar ante un jurado conformado por reconocidos cocineros sus habilidades entre fogones. Una estampa poco usual, que permitió ver al cantante Loquillo ataviado con un delantal y sus características gafas de sol, al tiempo que realizaba un plato con un ingrediente estrella, las alubias de Ibeas de Juarros.
Prestigiosos especialistas en la comunicación gastronómica y reputados cocinillas como José Carlos Capel (director Madrid Fusión y crítico El País), Julia Pérez (El Mundo, Metrópoli), Begoña Tormo (Telemadrid), Mikel Zeberio (Onda Cero País Vasco y Suplemento On Madrid), Xavier Agulló (Cook Circus), Juan Barbacil (RNE), José Ramón Martínez Peiró (El Mundo Director de Sobremesa), Juanjo Viñaspre (Radio Vitoria) o Pepe Barrena, ideólogo e impulsor del proyecto fueron los competidores en esta I Edición con recetas sustentadas en algunos de los mejores productos burgaleses, como ‘Parmentier de morcilla trufada’, ‘Pelotas de lechazo’ y ‘Alubias de Ibeas con casquería’.
Un modo de dar a conocer la habilidad de quienes normalmente evalúan los platos de los especialistas en la materia, al tiempo que sirvió para dar a conocer la variedad de productos que hay en la cocina burgalesa, así como las posibilidades de su uso en singulares platos como un plato típico de Marruecos, al que uno de los participantes añadió morcilla para completar su sabor.
