El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, reconoció que es probable que tanto Turquía como Grecia tengan que aprobar alguna legislación para garantizar que “cumplen los requisitos básicos de la Convención de Ginebra” a fin de permitir la devolución a Turquía de los inmigrantes irregulares que llegan a Europa a través de su territorio, incluidos refugiados sirios.
“Fácilmente tanto en Grecia como en Turquía puede ser que algunas legislaciones tengan que ser aprobadas por el Parlamento, pero esto es algo que tenemos que ver a lo largo de esta semana”, explicó Juncker en rueda de prensa conjunta con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Acnur y varias organizaciones humanitarias han cuestionado la legalidad del principio de acuerdo sellado entre la UE y Turquía el pasado lunes para deportar a todos los inmigrantes irregulares que alcancen Grecia a través de Turquía, incluido los refugiados sirios dado que la Convención de Ginebra y la Carta Europea de Derechos Fundamentales prohíben las expulsiones colectivas.
Juncker reconoció que están “en contacto con el Gobierno turco porque el artículo 38 de la directiva sobre procedimientos de asilo requiere, en este caso de Turquía, que pruebe por todos los medios que cumplen con los requisitos básicos de la Convención de Ginebra” y “fácilmente” tanto Grecia como Turquía tengan que aprobar legislaciones.
La normativa europea abre la puerta a declarar inadmisible una solicitud de protección internacional en un Estado miembro cuando se considera al tercer país “seguro” para el solicitante, en conformidad con lo dispuesto en el artículo 38 de la directiva sobre procedimientos de asilo, que es la que regula el concepto de tercer país seguro, que debe estar reconocido en el derecho nacional.
Así el artículo establece que los Estados miembro sólo puedan aplicar el concepto de tercer país seguro si tienen “la certeza” de que la vida o libertad del demandante de protección internacional no están amenazadas por razón de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social particular u opinión política en el tercer país, se respeta el principio de “no devolución” de conformidad con la Convención de Ginebra, se respeta la prohibición de expulsión en caso de que haya sido torturado o sometido a trato cruel, inhumano o degradante y existe la posibilidad de solicitar el estatuto de refugiado y recibir protección con arreglo a la Convención de Ginebra, en caso de ser refugiado.
Por su parte, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, alertó de que el acuerdo para devolver a los refugiados podría dar lugar a “expulsiones arbitrarias”, en violación del Derecho Internacional. Así, Zeid urgió a la UE a adoptar medidas “mucho más respetuosas con las obligaciones en materia de Derechos Humanos” durante la cumbre prevista para el 17 de marzo.
“Cualquier devolución de personas debe ser de conformidad con los estándares internacionales en Derechos Humanos”, recalcó durante su discurso anual ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
