La iniciativa del obispo de Segovia Remigio Gandásegui impulsó que, en 1916, la imagen de la Virgen de la Fuencisla fuera coronada, en un magno acto celebrado el 24 de septiembre en la Plaza Mayor, en presencia de la infanta Isabel, ‘La Chata’, que tantas simpatías despertaba en la ciudad. Aquel acontecimiento se convirtió en el más relevante de Segovia a lo largo de 1916, logrando que toda la vida social girase en torno a la coronación de la imagen.
Dos comisiones, una en Segovia y otra en Madrid, solicitaron donativos para la adquisición de una corona, recaudándose cerca de 80.000 pesetas. Además, el Ayuntamiento, consciente del elevado número de personas que asistirían a la coronación, y a pesar de las dificultades económicas por las que atravesaba, organizó un amplio programa de actividades, entre las que figuraba una corrida de toros. También hubo un importante concurso literario, y se recreó la proclamación de Isabel la Católica, mediante una bien dirigida cabalgata histórica…
Un siglo después de la efeméride se suceden los actos conmemorativos, la mayor parte de ellos organizados por el Obispado de Segovia y la Real Cofradía de la Fuencisla. Pues bien, ahora el Museo Rodera-Robles ha querido sumarse con una exposición que trata de reflejar, como un libro manual, la devoción a la patrona que se ha vivido en las calles de Segovia durante el siglo XX.
Esta exposición, que permanecerá abierta hasta el mes de diciembre, ha sido coordinada por Juan José Bueno, Juan Ignacio Davía y Juan Pedro Velasco, quienes con su habitual meticulosidad han ido recopilando infinidad de imágenes y objetos que hablan de esa devoción de Segovia a la Virgen de la Fuencisla. En las salas del Museo Rodera-Robles, el visitante puede encontrar ahora fotos antiguas de la patrona de Segovia —algunas de ellas inéditas— y un montón de curiosidades, como botellas de la desaparecida gaseosa La Fuencisla o una caja de yemas elaborada como recuerdo de la coronación.
Una vez más, el Museo Rodera-Robles vuelve a dar en la diana, con una exposición que a buen seguro encantará a sus visitantes.