La rápida intervención de un agente medioambiental de la Junta de Castilla y León fue decisiva en la detención de un ciudadano de nacionalidad francesa que había encendido una hoguera durante una acampada de su ruta para calentar su comida, tal y como confesó después a la Guardia Civil, lo que provocó un fuego en la localidad zamorana de Robledo de Sanabria, el cual solo calcinó 600 metros cuadrados de pinar gracias a la intervención inmediata de los medios de extinción de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, según informó la Administración autonómica.
En la mañana del lunes fue detectado un incendio forestal por el puesto de vigilancia de Villarejo, a las 11.38 horas, en una zona de pinar de Robledo de Sanabria, a menos de un kilómetro en línea recta del Centro del Lobo Ibérico. Se realizó un rápido y contundente despacho de medios, que consistió en un helicóptero y dos hidroaviones de la base de Rosinos de la Requejada, cuatro agentes medioambientales, una cuadrilla helitransportada, una autobomba y una máquina buldócer.
Todo ello permitió el control del incendio, que afectó únicamente a una superficie de 600 metros cuadrados de pinar y se quedó en un conato. El fuego, según la Junta, solo afectó al estrato inferior del pinar, sin llegar a las copas de los pinos, lo que permitió su control a las 13 horas. Posteriormente se incorporaron otra autobomba y una cuadrilla de tierra para labores de vigilancia una vez retirados los medios aéreos del primer ataque.
Tras asegurar el perímetro del incendio se procedió a realizar las labores habituales de investigación, gracias a las cuales se determinó que el origen fue una pequeña hoguera ilegal realizada de forma imprudente posiblemente en la jornada o noche del día anterior. El uso del fuego en hogueras y fogatas está totalmente prohibido en cualquier época del año en el monte y en su franja circundante de 400 metros, con el agravante de la época estival de peligro alto y más aún, en plena declaración de alerta por riesgo meteorológico debido a la ola de calor que afecta a todo el país hasta mañana. Esta grave negligencia puede suponer un hecho delictivo y conllevar responsabilidades económicas muy relevantes para el causante.
Las actuaciones de investigación fueron realizadas de forma coordinada por los miembros del cuerpo de agentes medioambientales y de la Guardia Civil. Durante las mismas, un agente medioambiental detectó a una persona de nacionalidad francesa que finalmente confesó haber realizado dicha hoguera durante una acampada de su ruta para calentar su comida, por lo que fue detenido por parte de la Guardia Civil para ser interrogado, quedando a disposición judicial para determinar las posibles responsabilidades penales.
En cualquier caso, el presunto causante tendrá que hacer frente a la cuantía económica que ha representado el despliegue del dispositivo de extinción que sin duda evitó la generación potencial de un gran incendio forestal. La Junta recordó que un fuego que puede parecer apagado es posible que quede activo en el subsuelo.
