El hasta ahora oscuro caso de la desaparición de Rosa María de Andrés Moreno, en paradero desconocido desde el pasado 5 de septiembre, parece comenzar a ver la luz, ya que en los últimos días, la Guardia Civil ha realizado varias detenciones como consecuencia de la investigación iniciada el 13 de septiembre, fecha en la que los familiares de la desaparecida presentaron la denuncia.
Fuentes de la Subdelegación del Gobierno confirmaron a esta redacción la noticia de las detenciones, aunque rehusaron facilitar más detalles sobre las mismas ya que el caso aún permanece bajo el secreto de sumario decretado por la jueza responsable del juzgado de Santa María de Nieva, al que ha sido encomendada la instrucción del caso.
Las mismas fuentes indicaron que la investigación permanece abierta, aunque no quisieron pronunciarse sobre si las detenciones tienen relación con el hallazgo del cadáver de una mujer en la localidad segoviana de Lastras del Pozo -localidad próxima a Abades, pueblo natal de la desaparecida-, que fue encontrado por un pastor a finales del pasado mes de octubre.
De este modo, y a la espera de que la investigación avance y de que los resultados hagan posible levantar el secreto de sumario, no puede descartarse ninguna hipótesis, ya que los datos de la identificación del cuerpo encontrado en Lastras del Pozo todavía no han sido facilitados, por lo que no se puede determinar si pertenecía a alguna de las personas que figuran en el registro de desaparecidos, en el que estaba inscrita la mujer segoviana desaparecida.
Rosa María de Andrés, de 47 años, vivía en La Higuera, aunque mantenía un contacto periódico con su familia en Abades, que fue quien denunció su desaparición en septiembre tras una semana sin noticias de ella. Fuentes próximas a la familia indicaron que la Guardia Civil lleva a cabo visitas semanales al domicilio paterno en Abades para informar sobre las investigaciones, y en sus últimas conversaciones les aseguraron que «la investigación es lenta, pero dentro de poco podremos tener noticias».
En el momento de la desaparición, De Andrés estaba realizando un curso de formación del INEM sobre tratamiento de personas mayores con problemas de movilidad en el centro formativo que esta institución tiene en San Rafael, ya que se encontraba sin empleo. Su familia la define como una mujer «responsable e independiente» que había trabajado como administrativo en un despacho de abogados y como recepcionista en un importante hotel de la capital.
La aparición del cadáver de una mujer en Lastras del Pozo reavivó a primeros de noviembre el caso, pero la familia de la desaparecida quiso frenar las especulaciones y reclamó prudencia para que la Guardia Civil pudiera llevar a cabo su trabajo en las mejores condiciones». Del mismo modo, mantienen viva la esperanza de que pueda seguir viva, aunque el único indicio que existe hasta la fecha es una operación de venta de su coche realizada el mismo día de su desaparición y que según las investigaciones se realizó de forma legal.
