La Policía Nacional detuvo en Segovia a un hombre y una mujer provistos con tomate, mostaza y paquetes de pañuelos para acometer presuntamente hurtos mediante el método de ‘la mancha’, en el que están especializados.
Se trata de H.M.P, de 41 años, y V.A.C, de 37 años, ambos de nacionalidad cubana, con domicilio en Madrid y arrestados con anterioridad en otras ciudades por delitos similares.
Los dos fueron sorprendidos ‘in fraganti’ cuanto trataban de robar a unos turistas que paseaban por una calle del casco histórico de Segovia, según informaron en una nota de prensa fuentes de la Subdelegación del Gobierno
Los agentes estaban realizando labores de prevención cuando observaron a dos personas mayores de nacionalidad francesa que estaban siendo acorralados por los detenidos, mientras les limpiaban con unos pañuelos de papel una mancha que una de las víctimas tenía en la parte posterior del abrigo. La mujer detenida estaba abriendo el bolso de víctima, mientras su acompañante trataba de que los turistas no se diesen cuenta. Al percatarse de la presencia de la Policía Nacional, las dos personas, que trataban de poner en marcha el hurto de ‘la mancha’, huyeron en direcciones distintas, aunque la mujer fue detenida momentos después. Su acompañante fue arrestado un poco más tarde.
Los detenidos se trasladaban desde Madrid presuntamente para perpetrar robos y en el momento de la detención les fueron intervenidos efectos que se utilizan habitualmente para este método: un envase de crema rellenado con mostaza y tomate para provocar la mancha; un mapa con el que se suele captar la atención de los turistas y preguntarles alguna dirección, y paquetes de pañuelos.
Se les ocupó asimismo la carcasa de una máquina fotográfica, vacía en su interior, que llevaban para simular que realizaban fotografías y pasar más desapercibidos. Los detenidos han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Segovia. Los grupos de delincuentes especializados en esta modalidad delictiva suelen estar compuestos por varias personas, que actúan de forma coordinada y organizada, teniendo cada uno su función específica a la hora de ejecutar el delito.
Suelen escoger como víctimas a personas de avanzada edad y fijan con frecuencia su atención en los turistas, ya que saben por experiencia que suelen llevar encima dinero u otros efectos.
También emplean este mismo ‘modus operandi’ en personas que realizan algún reintegro de dinero en oficinas bancarias. Mientras algunas están en la entidad y observan, otras están fuera y reciben información de sus compañeros sobre si alguien ha sacado dinero. Después siguen a la víctima para, en el momento que consideren propicio, arrojarle la sustancia que llevan preparada provocarle «la mancha», de manera que mientras simulan limpiársela se apoderan del dinero o efectos de valor que pueda llevar.
