El reloj sigue trabajando a su ritmo sin que, para desesperación de los vecinos de San Rafael, llegue la hora en que se produzca el desvío del tráfico pesado de su travesía. Al parecer, a final del año pasado se estuvo a punto de llegar a un acuerdo, pero finalmente las conversaciones no llegaron a cuajar. Y ayer, en los momentos previos a la celebración del Patronato del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, dejó entrever que la elevada cuantía económica resultó decisiva para malograr la operación.
Suárez-Quiñones recordó que la Junta, está a favor de desviar el tráfico de las carreteras nacionales con problemas de saturación hacia otras las autopistas paralelas. Así, ha alcanzado acuerdos en Burgos —para el desvío de la N-1 a la AP-1—y en León —de la N-120 a la AP-71—. Sin embargo, tales soluciones no han resultado excesivamente caras. En el primero de los casos, entre 1,8 y 2 millones de euros.
La complejidad de alcanzar un acuerdo en el caso de San Rafael radica, fundamentalmente, en su alto coste, “difícilmente asumible”, de acuerdo a la expresión ayer utilizada por Suárez-Quiñones.
El consejero de Fomento y Medio Ambiente reveló la existencia de diversos estudios económicos sobre el tema. “Hay cálculos que valoran la operación en torno a 20 millones de euros año”, indicó, si bien a renglón seguido también citó otro trabajo que estima el desvío del tráfico pesado “entre 12 y 19 millones”. Aunque no aclaró cómo se obtienen tales datos, todo apunta a que horquilla pueda variar en función de la bonificación que se aplique a los vehículos pesados tipo 2. Sean 12 ó 20 millones, Suárez-Quiñones reconoció que la cifra “asusta”, por lo que defendió que, aunque “se debe seguir trabajando” en el asunto, la “solución definitiva pasa por conseguir la variante de San Rafael”. Continuando en esa línea, el consejero sostuvo que “no debería ser una infraestructura nueva” sino que “habría que aprovechar el trazado de la autopista”. Confesó que esto último “va a tardar años”, por lo que esperó que “cuanto antes se empiece, mejor”. A ese respecto, Suárez-Quiñones dijo confiar en que en los próximos Presupuestos Generales del Estado aparezca “una partida no muy grande, de un millón de euros, para hacer el proyecto”.
La alcaldesa de El Espinar, Alicia Palomo, no tardó en contestar al consejero. “No me valen las palabras”, afirmó. “Se ha incumplido el compromiso de desviar el tráfico pesado antes de acabar 2017, y con respecto al proyecto de la variante, no me lo creo hasta que no lo vea en los Presupuestos”, sentenció la regidora espinariega.
