La Junta de Castilla y León y el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil han abierto una investigación para determinar los supuestos daños que una obra ha causado en un tramo de 1,3 kilómetros de la cazada romana que unía Astorga (León) con la ciudad portuguesa de Braga, a su paso por el municipio leonés de Castrocalbón.
Esta vía romana, considerada por los expertos como una de las mejor conservadas de la península, fue construida entre los años 79 y 80 durante el imperio de Vespasiano y su hijo Tito con fines comerciales y restaurada en tiempos de Maximino el Tracio y su hijo Máximo y su trazado es uno de los que conserva el mayor número de miliarios (piedras que señalizaban las distancias) de toda Europa.
Fuentes de la Junta de Castilla y León han indicado que este martes se ha desplazado hasta el lugar un arqueólogo para evaluar los supuestos daños, que fueron denunciados la pasada semana por vecinos y representantes políticos de este municipio.
Según ha publicado el diario El País, los daños son consecuencia de las obras llevadas a cabo por el Ayuntamiento de este municipio entre el 13 y el 19 de marzo con maquinaria pasada para la construcción de un camino con una anchura de cinco metros, y agrega que el arqueólogo experto en ingeniería romana Isaac Moreno Gallo ha anunciado su intención de llevar el caso ante la Fiscalía de Medio Ambiente.
Frente a esta denuncia, el alcalde del municipio, el socialista Luis Antonio Cenador, ha negado los daños y ha precisado que se ha tratado de un simple “alisado” para eliminar baches.
Además, ha recordado que es una de las obras de viales rurales que ha asignado la Mancomunidad de La Cabrera-Valdería a los municipios que la conforman, y subraya que la actuación contó con una memoria pública a la que no se presentó ninguna alegación.
Finalmente, achaca el “revuelo” que se ha montado a “quienes quieren sacar rédito político” de un supuesto escándalo a pocas semanas de las elecciones municipales.
Al respecto, fuentes de la Delegación de la Junta de Castilla y León han admitido que algunas de las denuncias llegaron de dirigentes políticos del PP en ese municipio.
Los restos de la calzada romana afectados por las obras están protegidos e incluso hay colocadas señales a escasos metros del lugar de la zona afectada.
El tramo de vía afectado por estas obras se localiza en el itinerario Antonino A-18 o Vía Nova, una calzada romana que aparece con el número XVIII en el Itinerario de Antonino, que unía las ciudades de Bracara Augusta (actual Braga), capital del convento bracariense, y Asturica Augusta (Astorga), capital del convento asturicense, a lo largo de unas 210 millas romanas.
