La Catedral de Ntra. Sra. de la Asunción y San Frutos acogió en la mañana de ayer la Eucaristía de despedida de Monseñor César A. Franco. Una celebración de acción de gracias por el episcopado de quien ha sido pastor de la Iglesia que peregrina en Segovia durante los últimos diez años. Sacerdotes, miembros de la vida consagrada, y fieles llegados de diferentes puntos de la provincia han querido arropar a D. César en esta Eucaristía de despedida en la que el prelado ha querido mostrar su agradecimiento.
Agradecimiento
En su homilía, don César comenzó dando gracias a Dios por una década de episcopado, pidiendo disculpas por sus fallos: “Nunca he querido hacer mal a nadie, pero, aún así, pido perdón por si en algo he ofendido o molestado”. Igualmente, quiso agradecer la colaboración de toda la Diócesis, extendiéndola a sus más estrechos colaboradores, la Curia, y quienes hacen posible que los organismos diocesanos realicen su misión, “¡Que Dios recompense vuestra entrega!, manifestó.
En su homilía también tuvo un recuerdo para los miembros de la vida consagrada y monástica, así como para los laicos comprometidos en tareas eclesiales. Además, ha agradeció la colaboración de autoridades civiles, militares y académicas.

Retiro
La segunda parte de su intervención estuvo marcada por su decisión de retirarse; “A mí me ha llegado la hora del retiro, que lo acojo como una llamada de Dios a la oración a la escucha de su voluntad”, aseguró don César, sabedor de que un cristiano “nunca se jubila de la misión recibida”. En este punto, quiso recordar que tendrá más tiempo para dedicar a la oración, “unido a esta Diócesis a la que el Señor me ha concedido servir”. Además, hizo una petición a sus diocesanos: “Sostenedme con vuestra oración que me hará más capaz de serviros con la mía.”.
Finalmente, quiso poner su mirada en María para pedirle que cuide de la Iglesia que peregrina en Segovia, y que le conceda vocaciones cristianas, especialmente a la vida sacerdotal. “Y, en cuanto a mí, mírame con ternura de madre para que, en esta última etapa de mi vida, jamás me aparte de Cristo”, concluyó.
Al finalizar la Eucaristía, antes de recibir la bendición, el vicario general de la Diócesis, Ángel Galindo, leyó un agradecimiento a D. César en nombre de toda la Diócesis. En él, repasó su episcopado y aprovechó para leer algún verso de los poemas recogidos en ‘Visiones’, escrito por el propio D. César y galardonado con el Premio Fernando Rielo.

Por último, don César ha permanecido largo rato en el presbiterio recibiendo el cariño de los centenares de segovianos que han agradecido al pastor de la Diócesis su dedicación y acompañamiento estos diez años. Con esta celebración se pone fin al episcopado de Mons. César Franco que, a partir de la toma de posesión de Mons. Jesús Vidal el próximo sábado, pasará a ser obispo emérito de esta Diócesis de Segovia.
