Con motivo del Tiempo de la Creación, propuesta ofrecida a la sociedad por el papa Francisco en orden a caer en la cuenta de la importancia que tienen las cosas creadas (seres humanos, vivientes, plantas, seres inertes, etc), la Diócesis de Segovia tiene abierta en el Torreón de Lozoya una exposición para celebrar la bondad de la Creación.
Los organizadores han tenido el valor y el acierto de sacar a la luz obras maestras de la pintura religiosa que están dedicadas al culto en las Iglesias. De esta manera no solo ofrecen a los ciudadanos la oportunidad de contemplar obras de arte dedicadas exclusivamente al culto sino que además junto a las fotografías que los niños y adolescentes han realizado, incluidas en la exposición, esta se convierte en un canto a la belleza de la creación.
El visitante podrá contemplar en sala A, en un primer momento, la primera creación con imágenes del Antiguo Testamento. Estas responden al mensaje: “Vio todo lo que había hecho y era Bueno”. Y en un segundo momento, las imágenes místicas y futuristas que cantan las maravillas de la creación.
Todo comienza con la Trinidad expresando la creatividad amorosa de la familia celeste. El visitante podrá actualizar con su mirada la importancia del agua y del pan, de la bebida y de la comida, en definitiva de la salvación y de la conquista de la libertad con las imágenes de Noé, paso del mar rojo, el maná que alimenta y el agua que mana de la roca para fortalecer a los buscadores de la libertad.
Le sigue el presente y el futuro donde también se puede encontrar a la Trinidad. En este caso, mediante las imágenes de sus cantores: san Francisco, san Frutos y la coronación de la Reina. En todos los casos el entorno natural pone música al canto de las criaturas, al Magnificat y al trinar de las aves que planean el desierto del Duratón.
En la sala B, el visitante puede encontrarse cómo en El Nuevo Testamento se entiende como “Nueva Creación” a través de las imágenes creadoras que aparecen en la naturaleza y en la vida del ser humano: las espigas, el camino, el agua, las ovejas, la luz, la llama de fuego, el trueno, el barro, el mar, el monte, el pozo son algunos de los signos naturales a través de los cuales habla Jesús de Nazaret. Pero también dialoga con los seres humanos: la barca y la pesca, los amigos, la amistad, la palabra, la curación. Todo ellos muestran el espacio creador del Nuevo testamento. Para ver que todo lo hizo bien, en esta sala podemos contemplar: el camino del emigrante y refugiado en la huida a Egipto; La amistad en la relación con Juan Bautista; El agua y la satisfacción de la sed en el bautismo de Jesús; el cuidado de las ovejas y de los seres vivientes en el Buen Pastor; y la fuerza del fuego y la luz que fortalece a los hombre en Pentecostés.
Junto a este itinerario la exposición incluye las fotografías de los premiados en el III concurso de fotografía, Tiempo de la Creación. Los premios llevan como título “La estrella que me acompaña en el viaje”, “Rayo de Luz” y “Una vida dedicada a la creación”. Junto a las obras premiadas se podrán contemplar las demás presentadas en el concurso. Todo ello nos enseña a ver detrás de las imágenes la grandeza de la creación, el ingenio del ser humano y la belleza del entramado de colores. Todo un derroche de creatividad que estoy seguro nos ayudará a respetar todo lo creado.
