Las medidas adoptadas gracias a la colaboración entre el Colectivo Azálvaro y UFD (la distribuidora de electricidad del grupo Naturgy) contra la colisión y la electrocución de la avifauna han logrado reducir la mortalidad de aves en la Zona de Especial Protección para la Aves (ZEPA) de Campo Azálvaro-Pinares de Peguerinos, que abarca las provincias de Ávila y Segovia.
En los últimos meses se implementaron medidas de protección de avifauna en las líneas eléctricas de la zona, logrando “avances significativos” para reducir la mortalidad de aves por colisión y electrocución. Así, se ha realizado una intervención sobre uno de los tendidos eléctricos más peligrosos de la zona, donde se daba una elevada mortandad de aves, implementando medidas anti electrocución en 2022 y 2023 y medidas para evitar la colisión de buitres negros y leonados en 2024. Para ello se instalaron balizas anticolisión. Además, en otras líneas eléctricas del entorno se implementaron medidas anticolisión y contra electrocución en 50 apoyos eléctricos.
Estas acciones se encuentran en un plan “más ambicioso” para modernizar las infraestructuras eléctricas, como el proyecto de renovación de 3,5 km de una línea de distribución en Campo Azálvaro, que sustituirá antiguos apoyos de madera y hormigón por estructuras metálicas más seguras con aislamiento polimérico.
El Colectivo Azálvaro apuntó que la colocación de los salvapájaros fue “clave” en la intervención, con un modelo de baliza que es “el más avanzado del mercado, actualmente considerado como el más efectivo”. Estas balizas, con capacidad de movimiento y material reflectante, generan destellos con cualquier tipo de luminosidad, incrementando su visibilidad en condiciones normales y en situaciones de baja visibilidad, como niebla o lluvia. Además, estas características contribuyen a proteger a las aves de hábitos nocturnos.
El colectivo añadió que su misión es identificar y actuar en áreas con alta mortalidad de aves, especialmente en zonas cercanas a recursos de alimentación, donde se concentra un gran número de ejemplares.
Así, explico que Campo Azálvaro, además de ser una ZEPA, es una zona de alta biodiversidad que atrae a muchas aves carroñeras. Esta concentración de aves, unida a la presencia de tendidos eléctricos sin protección, generó un “escenario crítico que nos impulsó a tomar acción y colaborar con UFD para minimizar los riesgos”.
