Para agrado de los presentes ayer en la Plaza de San Lorenzo, Llanos Monreal, componente del grupo Nuevo Mester de Juglaría, correspondió al nombramiento de Aguedera de Honor, cantando una jota en la que ensalzó el salero de las mujeres de esta zona de la ciudad.
Su intervención fue seguida por centenares de personas que, disfrutando de una soleada mañana dominical y evidenciando el atractivo que mantiene la popular fiesta de Santa Águeda, se dieron cita ayer en el barrio de San Lorenzo. Buen ejemplo del éxito de público es que la Asociación Cultural Águedas de San Lorenzo, con 169 integrantes, repartió en jugosos pinchos más de 250 kilos de chorizo, según datos de las asociadas. Entre los asistentes se encontraba el alcalde Pedro Arahuetes y varios miembros de la corporación municipal.
Los actos comenzaron a las diez y media de la mañana cuando las aguederas acudieron a recoger a las mayordomas y a las alcaldesas Purificación Muñoz y María del Carmen Muñoz. Sobre las once y media de la mañana comenzaba la misa en honor a la patrona de las mujeres, cuya imagen fue paseada en procesión por la plaza de San Lorenzo. En este bello escenario tuvo lugar después la ceremonia de entrega de nombramientos y lectura del pregón. Este año el elenco principal ha estado formado por Marisol Salort Canales, pregonera de la fiesta; Llanos Monreal Montoya, alcaldesa de honor; Modesta Gómez San Lorenzo, aguedera de honor; Gema Gil Tarrero, estandarte; Carmen Escribano Pérez y Esther Collado Benito, alcaldesas entrantes; así como las ya citadas alcaldesas de 2011 Purificación Muñoz de la Calle y María del Carmen Muñoz de la Calle.
Marisol Salort Canales, que en el programa de fiestas luce el título de ama de casa, recordó en el pregón leído con templaza que para las mujeres “pasaron tiempos difíciles// muchos años bien guardadas// en casa con un mantón// oliendo a naftalina// como ropa en el arcón.// Hoy los tiempos han cambiado//tenemos ordenador/// los hombres cuidan los niños// y hasta hacen el arroz”.
Por su parte, Llanos Monreal agradeció el nombramiento otorgado y aseguró que era un honor participar en una fiesta que contribuye a recuperar tradiciones a la vez que quiere dignificar el papel de la mujer en todos los ámbitos sociales, económicos, políticos y domésticos, y sirve para denunciar los casos de acoso, maltrato y discriminación. La alcaldesa de honor defiende que la quema del pelele más allá de ser un ataque sexista representa la eliminación de “los malos sentimientos, la sinrazón y la violencia”. “Cuando la mujer reivindica derechos lo hace para ella y para sus hijos, sean niños o niñas”, argumentó a este periódico.
