El Viveros Herol Nava jugó y ganó al Rebi Cuenca por 36-35 en el único encuentro amistoso de la pretemporada invernal que culminará el 8 de febrero con el primer encuentro de la segunda vuelta frente al Anaitasuna. Y, como es la nota habitual de este tipo de partidos, se notó la inactividad de los jugadores, que tardaron unos minutos en ‘calentar’ en el partido, y durante el primer tiempo tuvieron una actividad defensiva bastante por debajo de lo que pueden ofrecer.
En esa faceta estivo mejor el equipo conquense durante buena parte de los primeros treinta minutos, en los que se manejó con ventajas que hasta tres goles, con el Balonmano Nava sin terminar de funcionar en el 6:0 defensivo, ayudando poco a Luis de Vega, por más que en ataque poco a poco el equipo local fuera a mejor.
Gracias precisamente a los buenos números ofensivos el Viveros Herol se sujetó en el marcador hasta que, en la recta final del primer tiempo y con Yeray Lamariano comenzando a sumar buenos números en la portería, los de casa igualaron el marcador.
MEJORÍA DEFENSIVA
Tras el paso por los vestuarios mejoró, y mucho, sus prestaciones defensivas el Balonmano Nava, que tuvo la posibilidad de correr el contraataque en un buen número de ocasiones, lo que le reportó goles fáciles que le dieron la vuelta al electrónico.
Hasta cinco goles de renta llegó a atesorar el conjunto de Álvaro Senovilla mediado el segundo tiempo, con los hermanos Guardiola y Pablo Herranz defendiendo con mucha intensidad en el centro. Tanto fue así que en algún momento llegó incluso alguna exclusión que amenazó con meter al Rebi Cuenca en el partido.
El equipo que dirige Lidio Jiménez llegó a situarse a dos goles de diferencia, pero la veteranía de los locales impidió que la victoria se escapase por más que en la recta final el Rebi maquillase el marcador hasta un ajustado 36-35. Aunque sea lo de menos en esta clase de partidos siempre es bueno ganar para asentar el trabajo realizado.