El capitán del Real Madrid, Íker Casillas, pidió ayer a los medios de comunicación que no saquen de contexto lo ocurrido con José Mourinho en el trofeo Bernabéu disputado el pasado miércoles, en el que fue suplente. El portero afirmó que no fue un «castigo» y que siempre ha tenido una «buena» relación con el técnico.
«Que nadie saque de contexto esto porque es una cosa de locos. Desde que llegó he tenido siempre una buena relación con él, no hay ningún problema. Únicamente hemos tenido algunos encontronazos, de broma o no, pero de ahí a que tenga una mala relación con el míster es totalmente falso, no hay que darle más vueltas al asunto», sostuvo el cancerbero en la rueda de prensa concedida en Navalacruz (Ávila), con motivo del campus que lleva su nombre.
En relación con su suplencia por Antonio Adán, el madridista alabó el trabajo de su compañero, de quien destacó que tiene unas condiciones tremendas. «Cualquier jugador en el Real Madrid está capacitado para poder jugar. Él es un buen portero y espero que algún pueda ser titular habitual».
«En el fútbol a día de hoy, y más en el Real Madrid, cualquier jugador que se considere intocable mal haría. Si un integrante de esta plantilla se cree intocable, su futuro puede ser más que oscuro».
Después de la abultada victoria frente al Zaragoza en La Romareda, Casillas reconoció que este año no pueden permitirse perder puntos en partidos frente a equipos que juegan ‘otra liga’, como ya ocurrió la temporada pasada.
«Esta campaña tenemos más experiencia, pero creo que el bloque dio una sensación muy buena y positiva. No podemos dejar escapar puntos contra adversarios que tienen otros objetivos, el año pasado ya no pasó y eso nos permitió conseguir el título».
Por otro lado, el internacional también aclaró que los rumores de que había organizado una cena para hoy con otros miembros de la selección española son totalmente falsos y, sobre su conversación telefónica con los azulgrana Xavi Hernández y Carles Puyol, el arquero blanco matizó que «no le importa a nadie».
«No voy a quedar con nadie a cenar, eso quiero dejarlo claro. No soy líder de nada, y lo que tenga que tratar con Xavi y con Puyol ya lo he hablado con ellos y es algo que se queda entre nosotros, que somos los tres capitanes de la selección, a nadie le tiene que importar», apostilló.
Respecto a los encontronazos sufridos por los futbolistas internaciones del Real Madrid y el Barcelona en los recientes encuentros de la Supercopa de España, el portero volvió a dejar claro que fue un momento de «calentón» y que «se queda ahí».
«Cualquier jugador sabe lo que se mueve en los últimos minutos: tensión, preocupación… habiendo hecho un buen partido es un poco la rabia del momento. Todos lo saben, son cosas del juego, un calentón, pero ahí se queda y ya está», sentenció.
