Explotaciones de ganadería extensiva del pequeño núcleo de Sigueruelo, perteneciente a la localidad de Santo Tomé del Puerto, han sufrido varios ataques de lobos, según afirman los ganaderos, en los últimos meses, que han terminado con la muerte de algún ternero y unos cuantos heridos. Así lo denunciaba ayer uno de los afectados, Basilio Moreno, quien mostraba su “impotencia” por estos hechos, en su opinión, como consecuencia de la reciente modificación de la ley de especies protegidas, que incluye al lobo.
“No tiene ningún sentido. Es un atropello total para los ganaderos. Es una ley injusta y absurda elaborada por personas que no tienen ni idea”, lamentaba el ganadero que el pasado fin de semana sufrió un nuevo ataque en su ganado, cuando dos lobos agredieron a un ternero de pocos meses, que finalmente fue rescatado por su madre.
Aún está esperando la indemnización correspondiente por otro ataque que padeció en noviembre del año pasado, en el que entonces sí resultó muerto otro ternero. “La indemnización es lo de menos. Lo que siento es rabia e impotencia porque se van a seguir produciendo estos ataques y los ganaderos no podemos hacer nada, porque nuestros animales pastan libremente todo el año sobre el terreno. Lo que van a conseguir es acabar con la ganadería extensiva, y es totalmente injusto, porque yo me dedico a esto porque me gustan los animales y quiero vivir en el medio rural”, explica Basilio.
Como se recordará, el pasado año se modificó el anexo del Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero, para el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas, para incluir en esa lista al lobo. “¿Con quién han contado para hacer esa ley? Con los ganaderos no desde luego, y somos los primeros afectados. No estoy en contra de la protección del lobo, pero creo que habría que controlarlo de alguna manera, porque quién controla a nuestros animales, que también sufren por estos continuos ataques”, se pregunta Basilio Moreno.
Este ganadero tiene una explotación de ganado vacuno, de unas 100 reses, con 80 madres. Y denuncia asimismo otro ataque producido el fin de semana en una ganadería que pasta en una dehesa contigua a la suya, en el que otro ternero resultó también herido. Ayer esperaban la llegada de los agentes medioambientales para certificar los hechos y recibir informe favorable para ser compensados con una indemnización.
