La Residencia El Sotillo de Cáritas vuelve a estar en el punto de mira, ya que familiares de usuarios del centro de personas mayores han denunciado la falta de medios y las malas condiciones en las que se encuentra la instalación, así como la falta de atención que están sufriendo los residentes. Ya son varios los escritos presentados ante la Gerencia de Servicios Sociales de Castilla y León, por los que reclaman que se inspeccione “de forma eficaz” esta residencia y se dé una solución socio-sanitaria a los residentes.
Los familiares denuncian que con fecha 28 de agosto, por parte de la empresa Grupo Norte, actual gestora de la Residencia de Cáritas de El Sotillo, “mediante comunicado por whatsapp, nos indican que tenemos que llevar mascarillas para los residentes, ya que ellos no tenían”. “Consideramos que es vergonzoso –continúan–, con la situación que se ha vivido en las residencias, que carezcan de material de protección”.
También lamentan que desde el momento de la declaración de alarma sanitaria, “les han dejado de aplicar las terapias necesarias para su salud: física y cognitiva, viendo reducida su movilidad de forma alarmante y aumentando significativamente el deterioro mental”. Sin embargo, añaden que, en el precio aplicado por los servicios mensuales “no han detraído el coste de las terapias no aplicadas”.
En las denuncias se explica que los residentes válidos, aún estando libres de Covid, permanecen prácticamente todo el día en sus habitaciones, y los residentes dependientes “están todo el día en su habitaciones cerrados, sin salir ni a otras dependencias ni al jardín, por falta de personal”. “Según los propios trabajadores, porque les han reducido la jornada, a pesar de las 37 bajas por fallecimiento de residentes”, apuntan.
Uno de los familiares concreta que los usuarios llevan desde el 15 de marzo encerrados en su habitación, excepto durante un breve espacio de tiempo, para paseos puntuales por el patio, realizando todas las comidas del día en la habitación desde la declaración del estado de alarma. “Con escasa estimulación cognitiva, ni ejercicio físico, lo que está llevando al deterioro físico e intelectual de todos los residentes, en especial de los que padecen demencia”, señalan.
Asimismo, aseguran que los residentes están mal vestidos, “con ropas, zapatos y otros de diferentes personas, cuando nos hicieron marcar todas sus pertenencias con nombre y apellidos”.
En cuanto a las visitas, explican que durante toda la pandemia han estado prohibidas las visitas, por unos motivos u otros, excepto: del 8 de junio al 6 de julio, todos los días de la semana media hora cada residente; a partir del 11 de agosto hasta el 1 de septiembre, limitadas a dos días por semana media hora cada persona, y desde el día 1 de septiembre se limitan a una por semana y por persona durante media hora.
“Creemos que nuestros mayores no se merecen el trato que están recibiendo, y estas y otras reclamaciones se las queremos trasladar al director, y nunca da la cara. Tampoco tenemos fácil contactar con la doctora o con la enfermera para saber del estado clínico de nuestros familiares, porque según ellos están muy ocupados”, afirman.
CÁRITAS
Por su parte, el director de Cáritas Segovia, Mariano Illana, explica a esta Redacción que la situación de la residencia de El Sotillo es de “normalidad”, y afirma que no ha recibido ninguna queja “por escrito” ni de la Gerencia de Servicios Sociales ni de ningún particular. Sobre la falta de mascarillas, reconoce que el pasado lunes él mismo se encargó de adquirir ese material exclusivamente para los residentes, al ser la única queja que le habían notificado. “Estoy permanentemente informado de la situación del centro y tengo que decir que se están tomando todas las medidas sanitarias establecidas por la Junta de Castilla y León para afrontar esta crisis”, señala.
Mariano Illana confirma que la residencia está abierta para los familiares, con cita previa y visitas individuales, en un tiempo determinado, y que los residentes pueden salir al exterior, a las zonas ajardinadas de la instalación. El director insiste en que la situación de la Residencia de El Sotillo es de “normalidad”, y de hecho, añade que “estamos recibiendo nuevas entradas de residentes”.
El director de Cáritas Segovia concluye manifestando que “no puedo transmitir ninguna queja a la dirección del centro si no me la cuentan, por escrito”.
