Deliveroo se sentó ayer en el banquillo acusada por la Seguridad Social de utilizar a “falsos autónomos” como repartidores, un juicio que puede marcar un antes y un después para todo el sector y que, en opinión de la compañía, llega “contaminado” por la “presión” ejercida desde el Gobierno. Así lo defendió el letrado de la plataforma Román Gil durante su intervención en el proceso, que se celebró ayer en el juzgado de lo Social de Madrid en medio de una notable expectación mediática.
La demanda contra Deliveroo fue presentada por la Tesorería de la Seguridad Social después de que la Inspección de Trabajo considerara que la firma mantuvo una relación laboral con más de medio millar de repartidores en Madrid entre octubre de 2015 —cuando comenzó a operar en España— y junio de 2017, motivo por el que le reclama el pago de 1,2 millones de euros en cotizaciones atrasadas.
Relación laboral
En la sesión se analizó si las condiciones de estos trabajadores se corresponden o no con una relación laboral, lo que ha colocado en el centro del juicio cuestiones como si es posible rechazar pedidos sin ser penalizados, la fijación de precios, quién recibe los ingresos, el control por GPS de su posición, etc.
Pese a que el procedimiento sólo abarca hasta junio de 2017 y, posteriormente, la empresa ha ido cambiando las condiciones de este colectivo, todas las partes coincidieron en que la sentencia puede marcar un punto de inflexión para todo el sector de las plataformas digitales de reparto, en plena expansión. Por el momento, solo existen sentencias de casos individuales —en Valencia también hay un procedimiento colectivo iniciado por Tesorería, pero pendiente de fallo—, y con sentidos contradictorios, ya que algunas consideran a estos trabajadores autónomos y otras no.
El letrado de la Tesorería de la Seguridad Social, José Sánchez Robles, insistió en su intervención en que Deliveroo no es “un mero intermediario” entre clientes, restaurantes y repartidores como dice. Asimismo, recalcó que estos empleados son “personas físicas” que no tienen ni forman parte de un negocio de reparto, y citó como ejemplo que su remuneración no se negocia con la compañía, sino que ésta directamente la fija.
Desde la Seguridad Social recordaron varios cambios adoptados por la plataforma en sus condiciones a lo largo del período analizado: pasó de ofrecer un pago por hora a uno por pedido, daba vestuario a cambio de una fianza y dejó de hacerlo, entre otras. Desde Deliveroo criticaron “la presión” ejercida por el Ejecutivo en torno al caso que se está juzgando en los tribunales.
