Arte y gastronomía parecen disciplinas dirigidas a caminar juntas y envueltas en la creatividad como catalizador de dos actividades que exigen no sólo un buen conocimiento de las distintas técnicas para crear cuadros, esculturas o maravillosas especialidades culinarias, sino también una gran dosis de imaginación, riesgo y ganas de innovar. El Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente ha decidido unir ambas en una iniciativa denominada ‘Museo con Boca’ en la que la magnífica colección de arte cubista de la Fundación Telefónica que se exhibe en sus salas ha sido la excusa perfecta para explotar la capacidad de crear e innovar nuevos y deliciosos platos basados en las formas, volúmenes y texturas de las grandes obras del cubismo.
El patio del Museo Esteban Vicente fue el escenario perfecto para la degustación de las tapas y aperitivos elaboradas por los alumnos del departamento de Hostelería del Centro Integrado de Formación Profesional Felipe VI, que no sólo elaboraron, sino que también sirvieron sus platos a los cerca de un centenar de comensales invitados a probar esta original experiencia.
La elaboración de los platos ha sido coordinada y dirigida por la historiadora y gastrónoma Carolina Sciolla, que con la colaboración de la marca alimentos de Castilla y León Tierra de Sabor ha elaborado cerca de una veintena de tapas y aperitivos en los que los sabores y las texturas de productos tan dispares como la zanahoria, el garbanzo, el queso o el jamón se mezclan en un original maridaje que persigue “alterar los sistemas tradicionales y proponer nuevas forma de gastronomía al igual que hizo el cubismo con el arte”, según explicó la coordinadora de esta actividad.
Así, los comensales han disfrutado platos basados en obras que se pueden ver actualmente en la exposición —que cierra sus puertas el próximo domingo 31 de mayo— en los que hubo propuestas tan originales como el paté de cochinillo o las “piruletas” de queso.
Schiolla aseguró que la gastronomía “comparte en la actualidad no solo la estética y el gusto por la composición del arte, sino en ocasiones sus mismos instrumentos como pinceles y soportes que convierten los platos en verdaderas propuestas artísticas”.