El diálogo entre las obras de arte ha sido continuo a lo largo de la historia. Y no siempre ha existido buen rollo. El siglo XVI conoció un considerable tira y afloja entre pintura y escultura sobre cuál de las dos bellas artes era la suprema, la más completa. En otras ocasiones, sin embargo, el diálogo fue más fructífero si nos atenemos a los resultados. La muerte de Valentín, de Eugène Delacroix, recrea, en un cuadro estupendo, en plena explosión romántica, el Fausto de Goethe. Los países de uno y de otro andaban a la gresca. Sin embargo, francés y alemán, pintor y escritor, se entendieron. Goethe escribió a Delacroix para manifestarle que en pocas ocasiones había contemplado una mejor traslación de su obra a la pintura
Christian Hugo Martin ha dialogado personalmente con Esteban Vicente. De pintor a pintor. Lo hizo hace treinta años, cuando Martín exponía en una galería del Soho neoyorquino. Como Vicente andaba algo mermado, le llevó su obra a Bridgehampton. Ese mismo día, el maestro le enseñó su última pintura al joven segoviano. Nació entonces la posibilidad de un diálogo pictórico que ahora se hace realidad en la exposición que se muestra en el museo Esteban Vicente y que se ha venido a llamar Al color del fuego.

“El pintor puede tomar no sólo imágenes de la realidad cotidiana, sino también imágenes de la otra realidad: las del subconsciente, las del sueño, las de la memoria imprecisa”
Con independencia de lo ajustado o no del título de la exposición –y del riesgo que supone el diálogo entre un pintor consagrado como Vicente y otro al que todavía le queda trayectoria-, algunas reflexiones sobre la supremacía del color sobre la línea, de la planitud sobre la densidad matérica o de la importancia del collage en la composición pictórica forman parte del lenguaje artístico que ambos comparten y que adiciona interés a la muestra al ver la particular interpretación de cada pintor. Hace bien la comisaria Ana Doldán en recordar en el catálogo las palabras de Alfredo Marqueríe en la presentación pública de Esteban Vicente allá por las fiestas de 1930 en la exposición organizada por la Universidad Popular Segoviana: “El pintor puede tomar no sólo imágenes de la realidad cotidiana, sino también imágenes de la otra realidad: las del subconsciente, las del sueño, las de la memoria imprecisa”.
Los dos cuadros que obligaron a esta especie de justificación ante la conservadora sociedad segoviana de la época —dos óleos sobre tabla: En el palco y Contraluz murciano— se exponen al lado del Museo Esteban Vicente en la muestra que sobre la Edad de Plata del arte y la cultura de Segovia en el primer tercio del siglo XX se ubica en el Torreón de Lozoya dentro de la conmemoración del 120 aniversario del nacimiento de El Adelantado de Segovia como diario. Buena excusa para conocer los inicios de las formas soñadas, de las formas diluidas por un esfumato de dentro afuera de este pintor lírico por excelencia que ahora dialoga en el mismo espacio con la obra de Christian Hugo Martín.
Ficha técnica
- Exposición
‘Al color del fuego’ - Museo
Museo Contemporáneo Esteban Vicente - Artistas
Esteban Vicente/Christian Hugo Martín - Fecha
Del 28 de octubre al 30 de enero del 2022
