El Rubius, un youtuber de esos, ha decidido trasladar su residencia a Andorra para pagar menos impuestos. Recurrentemente se han sembrado dudas, casi siempre infundadas, sobre el comportamiento fiscal de deportistas como Fernando Alonso, Rafa Nadal, Arancha Sánchez Vicario, Sergio García… personas que, por otra parte, con unos pocos años, o una pequeña parte que coticen aquí, habrán aportado bastante más dinero del que yo pueda aportar a lo largo de mi vida.
Los jugadores de equipo lo tienen más difícil porque tienen que residir donde juegan. Y por eso Pau Gasol reside en Estados Unidos. Eso sí, dentro de una manera de pensar distinta, cuando Pau compite en los Juegos Olímpicos, buena parte de la sociedad estadounidense se pregunta por qué representa a España y no a Estados Unidos, si este es el país en el que trabaja y se gana la vida.
No sé si el Rubius o cualquier deportista que se instale fuera de su país de origen para pagar menos impuestos hace bien o mal. Ni se me ocurre defenderlo, ni despreciarlo como hace Juanma López Iturriaga, porque no conozco el caso en profundidad y porque no soy quién para juzgar. Es más, seré sincero: si yo me encontrara en la situación de estos deportistas reconozco que, al menos, me lo plantearía, ya que no incurro en ningún delito. Otra cosa es la ética.
Y ahí… claro; en un sistema fiscal con una carga impositiva descarada para una gestión con tufillo (clase dirigente privilegiada, red clientelar, organismos inútiles, cargos absurdos, endeudamiento público insostenible, bajo gasto sanitario por habitante, hiperdimensión de lo público, penalización a la iniciativa privada…), me pregunto si la ética del Rubius o de cualquier deportista que busque menor carga fiscal en otra parte, está por debajo de la de quienes gestionan nuestros impuestos.
