La marchadora española María Vasco, de 35 años, primera atleta patria medallista olímpica (bronce en Sydney 2000), que competía por sexta vez en unos Mundiales, llegó ayer decimotercera, con un tiempo de 1h 32:42, a la línea de meta de la prueba de los 20 kilómetros marcha del Campeonato del Mundo que se están disputando en Daegu. La catalana llegó exhausta y necesitó de ayuda médica al final. La representación española se completó con el noveno puesto de Beatriz Pascual, que fue la mejor española, tras invertir un crono de 1h 31:46.
El triunfo fue para la rusa Olga Kaniskina, campeona olímpica, dos veces del Mundo y una de Europa, que conquistó su tercer título mundial consecutivo tras marcar un tiempo de 1h 29: 42.
La china Hong Liu, discípula del italiano Sandro Damilano, evitó el doblete ruso al rebasar a Anisya Kirdyapkina en el penúltimo kilómetro y se llevó la medalla de plata con 1h 30:00.
Al finalizar la prueba, la marchadora catalana anunció, tras ser atendida durante casi una hora en el hospital de meta, que tiene el presentimiento de que en los Juegos de Londres volverá a «hacer historia». «Se van a cagar el año que viene. Que se preparen, que los quintos Juegos los voy a preparar a conciencia porque sigo teniendo la misma motivación que hasta hace hora y media, aunque haya quedado la 12», declaró a la salida del centro médico.
Con respecto a la prueba, aseguró que no sabía ni que había llegado a la meta. «He perdido la orientación, he llegado por inercia. He empezado a sentirme jodida en el kilómetro 14. Intentaba seguir por delante, pero no tenía ni idea. Solo quería llegar».
La primera mitad de los Mundiales ha constatado la llegada de una nueva generación de atletas llamada a borrar del mapa, o a descabalgar del primer puesto, a nombres consolidados.
No solo Yohan Blake, que se limitó a recoger la corona de 100 metros liso que arrojó su compañero de entrenamientos Usain Bolt con su injustificable precipitación en la salida, sino otros nombres hasta este año desconocidos, como Kirani James, un granadense de 18 años que ha logrado batir al mismísimo LaShawn Merritt en los 400 metros lisos.
El keniano David Rudisha, de 22 años, autor de dos récords mundiales de 800 metros lisos el pasado año (el último, 1:41.01), ha confirmado que está para quedarse; en 10.000 metros, el etíope Ibrahim Jeilan, de la misma edad, ha heredado el título de Kenenisa Bekele, y en 110 metros vallas el estadounidense Jason Richardson ha batido a los tres grandes, aprovechando la descalificación de Dayron Robles.
