Los alumnos venidos desde la localidad de Lorient, ciudad portuaria de la Bretaña francesa, finalizaron el pasado miércoles su semana de intercambio. Un total de 26 jóvenes de 2º de la ESO y cuatro de 3º realizaron el viaje hasta la localidad, donde han sido hospedados por las familias de algunos alumnos del IES Marqués de Lozoya.
El programa de actividades ha sido muy variado; a diario, han asistido a dos horas de clase en el centro, en acuerdo con los profesores, y han podido comprobar cómo es la dinámica educativa en España. Las mañanas han sido completadas con otras actividades de trabajo común entre franceses y españoles y, por las tardes, se han realizado otras lúdico-deportivas en las instalaciones del instituto. Los jóvenes han podido hacer vida en la villa de Cuéllar y visitar todos sus recursos turísticos, como el Castillo y las murallas, de las que quedaron impresionados. También se han hecho visitas a ciudades como Salamanca o la capital segoviana, donde acudieron a los lugares más emblemáticos, como el Alcázar o la Catedral. El fin de semana lo pasaron con sus familias de acogida, que preparon multitud de planes para ellos: paintball, visitas a Madrid, Valladolid, fútbol… A su vuelta a Francia han hecho una parada en Guernica y en Bilbao, para visitar algunos museos.
Se trata del tercer intercambio con Lorient, y la experiencia ha resultado, de nuevo, muy positiva. Tanto las profesoras como los alumnos han destacado la buena organización y el trato a los alumnos franceses. Las familias han sido muy participativas y se han volcado en la semana de intercambio. Una de las profesoras del centro del municipio, Marta Tapias, ha destacado “el excelente comportamiento de todos los alumnos”. Tras las primeras horas de adaptación, los jóvenes se sintieron realmente arropados y listos para disfrutar de esta salida de su país. En cuanto al nivel, las docentes de la materia aseguran que los alumnos españoles superaban en nivel de francés al conocimiento del castellano de los franceses, debido a la convalidación de cursos entre los dos países. Aseguran que ha supuesto una motivación extra para los alumnos españoles, que en las clases han respondido muy bien a este intercambio y a la idea de tener compañeros extranjeros compartiendo pupitre. El nivel de francés ha mejorado, pues se trata de una buena manera de llevar a la práctica las lecciones que se han estado trabajando durante el curso.
Ayudas
Desde el centro manifiestan la falta de apoyos institucionales para estas actividades. Los gastos son sufragados por las familias íntegramente, lo que añade un esfuerzo a su realización. Desde las instituciones francesas sí que disfrutaron de alguna ayuda económica hace años, pero se han retirado todas, lo que dificulta la realización de la actividad.
