La concejala de Patrimonio Histórico, Claudia de Santos (PSOE), aseguró ayer que el aumento del caudal del río Eresma “ni ha inundado ni ha provocado desperfectos” en la Casa de la Moneda, que este fin de semana abrió su Museo a las visitas “con total normalidad”. De Santos señaló que tan solo se produjo la entrada de una cantidad de agua “ absolutamente irrelevante” en el patio bajo del complejo —que se sitúa a una cota inferior del caudal del río— a través de los ‘agujeros’ de los ejes de las ruedas hidráulicas. Este agua “que era una nimiedad”, dijo De Santos, se achicó por el propio personal de la Ceca con bombas y colocando unos sacos de tierra, a modo de canal, que llevaron el agua hasta los sumideros.
Las ‘balsas de agua’ o charcos se formaron en el patio bajo como consecuencia de este agua procedente del río y, sobre todo, según De Santos, de la persistente lluvia que ha descargado el fin de semana. De hecho, a mediodía de ayer domingo, en el patio bajo ya no existía charco o acumulación de agua, aunque se apreciaban las huellas de la humedad.
“En ningún momento hubo riesgo ni motivo de alarma”, dijo ayer De Santos, quien insistió en que el Museo “estuvo recibiendo visitas” y que, en ningún caso, hubo necesidad alguna de avisar al cuerpo de bomberos.
La concejala explicó que el edificio está preparado para “convivir” con el riesgo “inevitable” que supone su cercanía al río; un aspecto que hace que la Casa de la Moneda haya sido, a lo largo de su historia, un espacio “fácilmente inundable” como “ya se vió —dijo De Santos— durante su construcción” [en 2009 una inundación provocó numerosos desperfectos]. Sin embargo, de acuerdo con la concejala, con la rehabilitación se tomaron medidas, como la construcción de un ‘tanque de tormentas’ en el patio bajo, que recoge el agua o el murete que bordea “el ingenio chico”. Además, el edificio está equipado con ‘bombas’ para achicar el agua.
“ Ha entrado una nimiedad de agua por donde era inevitable, por los agujeros, siempre abiertos, de los ejes de las ruedas, pero todo ha funcionado a la perfección y en ningún momento hemos tenido riesgo de inundación, no hay motivos para la alarma ni la preocupación”, zanjó De Santos.
La concejala señaló que la inundación de 2009 “no se pudo evitar” porque, según recalcó, entonces el edificio estaba en obras. “No estaban tomadas todas las medidas que ahora sí tenemos (…) el museo ha estado abierto y recibiendo visitas, si se hubiera inundado nadie podría haber entrado”, reiteró.
