El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, cree que el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá previsiblemente en torno al 0,9% en el cuarto trimestre del ejercicio, una décima más que en el trimestre anterior, lo que permitirá al Gobierno cumplir sus proyecciones de crecimiento en 2015 —situadas en el 3,3%—, y hará que la economía española entre en 2016 “en aceleración”. De Guindos fundamentó su previsión en la evolución de los indicadores adelantados, como el PMI de manufacturas y servicios, que experimentó una aceleración en octubre y noviembre, así como en los favorables datos de empleo. Por otra parte, en el dinamismo del comercio minorista, en el índice de producción industrial o en los datos de facturación de las grandes empresas, entre otros.
El titular de Economía centró la atención en la inercia del PIB y la importancia de entrar en 2016 con una aceleración del crecimiento, lo que puede marcar un perfil ascendente para el próximo ejercicio. En este sentido, señaló que con que el crecimiento medio trimestral de 2016 fuera del 0,7%, el PIB crecería ya al 3%. “Serían dos años creciendo en torno al 3% con un crecimiento económico sin burbuja de crédito ni inmobiliaria”, resaltó De Guindos, quien destacó que habría que remontarse al siglo anterior para encontrar un crecimiento “tan equilibrado”. La clave de la recuperación está, según De Guindos, en la vuelta del flujo de crédito ya que mientras el nuevo crédito a hogares y pymes caía un 25,6% a finales de 2011, ahora crece casi un 18%. En su opinión, el hecho de que esta tendencia no sea percibida tan claramente por los analistas tiene que ver con el factor político. “Si las elecciones generales no fueran en 2015, los analistas revisarían al alza el crecimiento de España en 2016”, aseguró.
El titular de Economía, en referencia a la percepción de España en los mercados, señaló que lo que descuentan los inversores es que después del 20-D va a haber un Gobierno “razonable”, e insistió en que nunca ha habido en los mercados una inquietud del mismo calibre respecto al desafío soberanista en Cataluña. Entre las fortalezas que exhibe España al término de la legislatura, De Guindos citó que es el país de los grandes de la eurozona que más crece, con un superávit de la balanza de pagos que terminará el año en el 2%.
En esa misma línea, el ministro detalló que el consumo crece a un ritmo del 3,5%, la inversión en bienes de equipo al 10,6% y la construcción ya tiene una evolución positiva que ronda el 5,5%. Asimismo, subrayó que las exportaciones repuntan el 5,6% y que el aumento de la renta de las familias ronda el 4% en términos nominales con una inflación negativa, al tiempo que el indicador de sentimiento económico está en máximos históricos.
