El ministro de Economía, Luis de Guindos, llamó ayer a la “autocrítica” en la política económica de la UE porque el crecimiento es “muy reducido” y apostó por poner en marcha el plan de inversiones anunciado por el presidente designado de la Comisión, Jean-Claude Juncker y acelerar las reformas estructurales.
“Yo creo que la autocrítica siempre es buena”, dijo De Guindos tras participar en el Ecofin informal de Milán. “En Europa, en la zona euro, hay una situación de crecimiento económico muy reducido que yo creo que nos tiene que hacer a todos pensar”, resaltó.
“Esto no quiere decir -prosiguió el ministro- que toda la estrategia pasada haya sido errónea. Lo que quiere decir es que tenemos que mejorar y tenemos que ir poniendo los fundamentos para que la estrategia de política económica a futuro se centre en el crecimiento económico y la creación de empleo”.
A su juicio, quedó atrás la etapa en la que el principal riesgo para la estabilidad financiera y el crecimiento eran “situaciones de desequilibrio desde el punto de vista fiscal y desde el punto de vista de competitividad”. “Desde este punto de vista, tenemos que poner las bases de una nueva estrategia de política económica”, defendió.
Durante la reunión del Ecofin de Milán, los países del este avisaron además de que ya empiezan a sentir el impacto económico de las sanciones de la UE a Rusia por su intervención en Ucrania y anunciaron que se plantean aumentar el gasto militar, según explicó De Guindos.
“Las sanciones a Rusia, las restricciones al comercio, la modificación de expectativas, están teniendo ya un impacto en sus perspectivas de crecimiento y también (dijeron) que van a tener que incrementar el presupuesto destinado a usos militares”, explicó el ministro de Economía.
Plan de inversiones
Para hacer frente a esta situación, De Guindos justificó la necesidad del plan de inversiones de 300.000 millones de euros que promueve Juncker porque “el volumen de inversiones en Europa está por debajo de la media de otras zonas importantes del mundo”. “La baja inversión es una de las causas fundamentales por las cuales todavía no hemos recuperado los niveles de riqueza que teníamos antes de la crisis”, alegó.
No obstante, dejó claro que “no se trata de un plan de estímulo de demanda tradicional en el sentido más simple keynesiano”, sino que las inversiones a realizar “tienen que producir un retorno”. Por eso el plan “tiene que estar ligado a la finalización del mercado interior” en ámbitos como la energía, los transportes o la Europa digital.
“A veces es más fácil quedarse con la cifra global de inversiones pero mucho más importante es el contenido de ese plan”, apuntó.
De Guindos apostó por acelerar las reformas, algo que según destacó pide también el Banco Central Europeo (BCE) “no solamente como un instrumento para incrementar la creación de empleo y el crecimiento económico a medio y largo plazo, sino porque a corto plazo mejora los canales de transmisión de los impulsos monetarios como se está poniendo de manifiesto en el caso de España”.
“Hay muchas reformas pendientes en España y el Gobierno tiene el compromiso y la voluntad de acelerarlas en los próximos meses”, subrayó el ministro de Economía. La siguiente, que llegará al Consejo de Ministros a finales de este mes de septiembre, es la ley financiera. En ella “se regula todo lo que tiene que ver con el crowdfunding, lo que tiene que ver con instrumentos de financiación alternativos, con financiación a pymes”.
En las próximas semanas se prevé aprobar además la ley de auditoría y la nueva normativa de resolución.
Estrés de la banca
Los ministros de Economía de la UE examinaron también la marcha de la revisión de activos y de los test de estrés a la banca, cuyos resultados se publicarán dentro de un mes. De Guindos aseguró que “la banca española está bien preparada para hacer frente a estos dos ejercicios que son muy importantes porque tienen que disipar las dudas sobre la situación de los bancos”. “Estoy convencido de que la banca española va a pasar con buena nota ambos ejercicios”, insistió.
