El belga Bart De Clercq, del Omega Pharma-Lotto, se adjudicó ayer la séptima etapa del Giro, sobre 110 kilómetros y primer final en alto de la ‘corsa rosa’, que sigue liderada por el holandés Pieter Weening (Rabobank).
La jornada se suponía que debía ser un examen para los favoritos. El español Alberto Contador (Saxo Bank) así lo expresó en la víspera, pero finalmente no pasó nada y de ello se aprovechó un modesto, que hizo recuperar algo la sonrisa al ciclismo de su país, ‘tocado’ desde el fallecimiento el pasado lunes de Wouter Weylandt.
Así, el grupo dejó hacer la primera escapada seria del día, formada por los italianos Giovanni Visconti (Farnese Vini), Matteo Montaguti (AG2R) y Federico Canuti (Colnago), el francés Jerome Pineau (Quickstep) y el danés Lars Bak (HTC-Highroad), a los que se unió posteriormente el holandés Johnny Hoogerland (Vacansoleil).
Estos llegaron al pie de la ascensión final, pero con poco tiempo para tener garantías de obtener una victoria, ya que el Liquigas empezó a controlar la carrera.
Bak fue el último en ser ‘engullido’ por el pelotón, donde los ataques de los aventureros se sucedían, aunque solo fructificó el de De Clercq, que saltó a falta de seis kilómetros y logró una renta que supo manejar a la perfección.
Por detrás, ningún favorito se movió con el Lampre de Michele Scarponi, y el Acqua e Sapone de Stefano Garzelli manejaron bien el pelotón. De Clercq entró con distancia suficiente a falta de un kilómetro, pero a partir de ahí las fuerzas le fallaron y el acelerón final de los favoritos estuvo a punto de dejarle sin su mayor éxito, el primero como profesional
Hoy, los corredores volverán a afrontar una larga etapa, de 217 kilómetros, entre Sapri y Trotea, previa a la segunda llegada en alto, que por ahora pende de un hilo debido a la erupción del Etna.
Lista de sospechosos
Por otro lado, el diario francés L’Equipe publicó ayer un documento secreto de la UCI donde cifra de cero a diez el índice de sospecha sobre los corredores en el pasado Tour de Francia, con un cinco para Alberto Contador y la más alta (10) para Carlos Barredo.
«No se trata de una denuncia de culpables, ni de un censo de tramposos, sino de un documento extremadamente interesante sobre los medios desplegados en la lucha contra el dopaje».
Todo esto provocó que la UCI mostrará su enfado y lamentó que este escrito «haya llegado a personas de fuera como si fuese la única herramienta sobre la que los servicios antidopaje organizan su actividad durante la carrera».
