Hay un dicho muy característico del actual panorama al que la derecha y la ultraderecha nos quieren dar lecciones a la mayoría de españoles con los ‘golpes de pecho’ de patriotismo o constitucionalismo, o incluso del cumplimiento de la ley, como es: “Dime de qué presumes y te diré de lo que careces”.
Cuando el único objetivo es el de alimentar conflictos permanentes en la sociedad, como en el caso del terrorismo de ETA, diez años después de su desaparición, o ahora el problema territorial en Cataluña, sin querer ofrecer soluciones para su utilización visceral con tintes de ‘política de conflicto’, resulta que de forma tozuda la realidad de tantos años de corrupción sistémica del PP, vuelve a la palestra de forma muy intensa, con la imputación de la que fuera, secretaria general y ministra, la señora De Cospedal por el caso Kitchen, esa policía patriótica del PP para espiar fuera del marco judicial al ex tesorero del PP, Luis Bárcenas y tapar la financiación ilegal de bastantes años. Como en el juego, “de oca a oca, la corrupción al PP siempre le toca”. Cada día una nueva, a algunas me referiré después.
Pero la oca sigue. Ahora el juez del ‘caso Lezo’ ha dictado la apertura de juicio oral para el ex presidente madrileño del PP Ignacio González
Pero es sólo la punta del iceberg. La sección segunda de la Audiencia Nacional, ha concluido ya sus deliberaciones sobre el juicio a los usos de la ‘caja B’ del PP y en julio emitirá sentencia, después de la primera sentencia del Tribunal Supremo el pasado octubre sobre la primera época de la Gürtel, donde lo deja claro y sabemos que las obras de la sede central del PP en la Calle Génova de 2005 a 2010, fueron pagadas en dinero negro.
Pero la oca sigue. Ahora el juez del ‘caso Lezo’ ha dictado la apertura de juicio oral para el ex presidente madrileño del PP Ignacio González por la presunta adjudicación de la obra pública del tren de Navalcarnero (Madrid) en 2007, unos hechos por los que se enfrentará a una petición del fiscal de 4 años de cárcel.
Y ante todo esto, ¿qué hace Pablo Casado?. Pues “esconderse y silbar para que pase el tiempo” como gran demócrata, cómo si no fuera con él, pero por una explicación lógica, en el caso de la señora De Cospedal, no se atreve a abrirla expediente interno ya que no ganó las primarias de su partido, para ser Presidente, y sólo lo es por los votos de la imputada, ya que los militantes votaron a Sáenz de Santamaría. En el resto, que decir, para quien fue nombrado por Rajoy para estar en los órganos de dirección del partido y estaba en la pomada política. Por cierto, ¿también ahora, el Sr. García Egea, se dedica a saltarse la lista de espera quirúrgica para beneficiar a un familiar?. Clientelismo evidente si se confirma. Casado no está a la altura de lo que un gran país, como España, necesita en la figura del líder de la oposición.
Vuelven a seguir la estela de la ultraderecha para reeditar la foto de Colón, que sólo beneficia a los radicales, abandonando la moderación y volviendo a alentar la confrontación. Pero se les cayó uno de los argumentos políticos más sólidos, el presidente de ERC señor Junqueras, ha movido ficha, verbalizando un cambio político importante en el conflicto en Cataluña, al declarar que no es posible la vía unilateral de independencia. Reflexión y solución de problemas, no confrontaciones.
Mientras tanto avanza la vacunación, y la recuperación está más cerca, ahí estamos.
(*) Diputado del PSOE por Segovia.
