De nuevo volvió a quedarse a las puertas de la victoria El Cochinillo Segoviano, que en un igualado duelo frente a Soria Baloncesto llegó a la recta final con el marcador empatado a 56 puntos, pero que en el tramo final vio cómo su oponente templaba mejor sus nervios para acabar llevándose la victoria.
Los dos primeros cuartos jugados por el conjunto segoviano fueron más que meritorios ante un oponente que lideró el marcador, pero sin poder adquirir una diferencia suficiente porque las locales siempre encontraban la manera de reducir las distancias, con un gran acierto desde el lanzamiento de tres puntos, con siete canastas de once lanzamientos y especial mención en ese apartado para Arancha Arroyo con cinco de seis desde más allá del 6,75.
Este acierto lograba compensar un cierto déficit defensivo y varios despistes en los rebotes defensivos, que en un equipo con un déficit de altura como es el de El Cochinillo, debe ser un trabajo coral y no siempre fue así. El 37-43 del descanso dejaba las espadas en todo lo alto en un intermedio que aprovechó la familia del Spordeporte para presentar a todos sus equipos, en un ambiente festivo en el Teodosio.
En el descanso del partido el Spordeporte realizó la presentación de todos sus equipos ante los aficionados
El tercer cuarto fue el peor del partido para los intereses segovianos. El atasco en ataque fue compensado en parte por el buen hacer defensivo, pero el 44-55 con el que se entró en los diez últimos minutos no auguraba el mejor de los desenlaces. Sin embargo, la recta final del partido vio a un equipo local de nuevo haciendo gala de acierto, con un parcial de 12-1 que empató el partido a 56.
El encuentro llegó entonces a sus momentos decisivos, en los que se vio a un Soria Baloncesto que supo gestionar mejor los nervios del marcador apretado. Un triple de Laura González más un acierto en el tiro libre de Clara Pérez elevó de nuevo la diferencia a cuatro puntos en favor del conjunto soriano, obligando a El Cochinillo a hacer un sobreesfuerzo para volver a remontar. Clara Campo, poniendo la fuerza en la pintura, sostuvo al equipo en los momentos de duda, pero el 60-68 faltando menos de dos minutos parecía sentenciar el duelo.
Ocho puntos consecutivos de Arancha Arroyo devolvieron la fe a la parroquia local que veía cómo su equipo volvía a situarse a tiro de triple para ganar el partido. Pero un tiempo muerto del Soria Baloncesto enfrió el partido lo suficiente como para que las visitantes consiguieran la canasta que certificó definitivamente su victoria.
