¿Por qué ha escogido la forma de novela?
Porque me permite profundizar en la psicología de los personajes históricos de un modo diferente a la historia académica. Pero, sobre todo, porque me da una libertad creativa para interpretar personajes y acontecimientos que el rigor académico nos tiene vedados. El de la novela histórica era un género que quería probar desde hacer décadas.
¿Qué desafíos tiene la novela histórica que no tiene el ensayo?
Mantener el adecuado equilibrio entre la creación literaria y la verosimilitud histórica. Una buena novela histórica no puede ser ni demasiado anacrónica ni demasiado rigurosa. En el primer caso se convierte en ficción, en el segundo en un tostón.
En este siglo XI tiene lugar la querella de las investiduras ¿Qué importancia tiene este hecho?
Tiene una importancia decisiva. La forma institucional de la Iglesia Católica de los últimos siglos nace allí. Pero también los orígenes del Estado laico (que no es lo mismo que el Estado aconfesional, me refiero a una forma política no sacralizada, separada del ámbito clerical). Hasta ese momento monarquía y sacerdocio estaban tan unidos que resultaban casi indistinguibles.
¿Quiénes fueron los actores en discordia? ¿Enrique IV del Sacro Imperio es el rey mendigo?
Esencialmente, el Emperador romano germánico Enrique IV (el Rey mendigo) y el Papa Gregorio VII.
Y a Gregorio VII ¿qué epíteto le pondría? El Papa profeta.
¿Qué ventaja suponía separar el poder religioso del poder temporal?
Una mayor libertad para la Iglesia, entendiendo esta como el clero. El clero estaba siendo controlado e instrumentalizado por los monarcas cristianos medievales, incluyendo al propio Papado. Ahora bien, no todo fueron ventajas, hubo también consecuencias negativas. La separación degeneró en conflicto entre Papado e Imperio y debilitó mucho a ambos como instituciones universales, siendo a la larga suplantados por las monarquías nacionales.
¿Existe hoy en día en algún lugar del mundo católico alguna querella de investiduras?
No. Para ello es necesario un requisito previo: el cesaropapismo de un estado confesional que quiera controlar su iglesia local. Sí se dan querellas de este estilo en los países del Este de Europa de tradición greco-ortodoxa, donde el clero depende del Estado.
¿Es verdad que es en este momento, 1077, cuando el Papa impone el celibato a los curas?
No. Es un fenómeno anterior. Aunque sí es cierto que el celibato clerical fue una de las grandes preocupaciones de la Reforma Gregoriana.
¿Qué otros personajes aparecen en su novela?
El Rey de Inglaterra, Guillermo el Conquistador, y sus tres hijos, con los que está en conflicto. La Condesa Matilde de Toscana, la mujer más culta y rica de la Europa del siglo XI. La Emperatriz Berta, esposa de Enrique IV. Una cruel noble normanda: Dama Mabel la Envenenadora. Y el propio Anselmo de Canterbury, el filósofo más influyente de la Alta Edad Media.
En su última entrevista nos contó que la cristiandad oriental tuvo dos ventajas sobre la occidental: la ausencia de Inquisición y la ausencia de Reforma. Sin embargo, se disolvió como un azucarillo ante el empuje otomano. Díganos ¿separó la iglesia oriental los poderes religioso y civil?
No. Y eso fue una fuente de fortaleza y debilidad al mismo tiempo. La historia está llena de paradojas. En todo caso, no olvidemos que el clero ortodoxo se puso al servicio tanto de la Unión Soviética de Stalin como de los sultanes otomanos. Tenían la costumbre de obedecer al poder establecido.
El relato del pasado es la metáfora del presente ¿qué cree que esta querella y esta división de poderes nos enseña hoy?
Que con la mejor voluntad y defendiendo una causa justa se puede hacer daño a la propia causa que defiendes si no se tiene también misericordia con el enemigo.
¿Ha preparado su novela para convertirla en serie cinematográfica?
Creo que sería una gran serie, al estilo Juego de Tronos. Pero todavía no me he puesto a ello. Ojalá surgiera la oportunidad.
Por último, díganos algo más sobre su nueva obra, algo que le conmueva o interese de modo especial.
Lo que más me ha conmovido al escribirla es pensar en tanta grandeza olvidada, tantos grandes personajes, logros y acontecimientos hoy por completo olvidados por todos. Es como si no hubiesen existido nunca.
