Zaragoza y Murcia han coincidido este pasado fin de semana como epicentros deportivos del basket femenino y fútbol sala masculino respectivamente.
La Copa de la Reina y la Copa de España nos han mostrado por enésima vez el romanticismo que siempre encierran, encumbrando, con detalles más cercanos a la épica, a dos equipos que accedían por primera vez en su historia a una final y a los que nadie podrá poner un solo pero al merecimiento de su hazaña.
Hozono Global Jairis completó tres días perfectos en los que derrotó a Valencia Basket, Spar Girona y Perfumerías Avenida. Los tres equipos sabían lo que era saborear el triunfo de esta competición en los últimos años pero tuvieron que rendirse ante el hambre de las de Alcantarilla. Unas excelsas Lou López y Ana Ayuso sellaron un torneo inolvidable para las de Bernat Canut.
A apenas quince quilómetros de la localidad de las campeonas, Servigroup Peñíscola FS ponía patas arriba el Palacio de los Deportes de Murcia. Jimbee Cartagena en cuartos, FC Barcelona (con goleada incluida) en semifinales, y el bicampeón europeo y ganador de la Intercontinental, Palma Futsal hincaron la rodilla ante un equipo capaz de mostrarse rebelde y sin corsés en ataque, con un Luciano Gauna estratosférico (MVP) y una disciplina defensiva increíble, especialmente en la inferioridad 4×5 . El argentino lo definía perfectamente: “Ya no teníamos piernas, pero si mucho corazón”.
Cada partido quedará para la leyenda. Por el camino iban cayendo piezas fundamentales: Paniagua, Quintela y el capitán Elías pero, lejos de parecer que a su entrenador no le quedaba más remedio que echar a los más jóvenes a los pies de los caballos, se comprobó que nada que ver con la realidad. La confianza del míster y la respuesta de sus chicos fueron una sintonía perfecta.
A todo esto debemos añadir 45 años de ilusión en portería y un entrenador que ha conseguido formar un equipo con el que todos nos identificamos, que ascendió hace un par de años y que tiene en Santi Valladares a un referente. En una época donde muchas veces nos volvemos locos con la innovación, las tácticas ultra secretas y pizarras cibernéticas, el sentido común, la sencillez y la humildad han podido con todo.
Pude hablar con él y le pregunté cuál era la clave: “ César, a este grupo le encanta entrenar, y lo hace como si no hubiera un mañana”. No hay más secretos. Gracias Santi por reconciliarme de nuevo con este deporte. A celebrarlo, con copa incluida.
