Tal y como se había anticipado en los días anteriores, el pleno de la Diputación aprobó ayer los Presupuestos de 2018 —de 56,7 millones de euros— con los votos a favor de PP y PSOE, y la abstención de UPyD y la diputada no adscrita María Cuesta. Así las cosas, el presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, se ufanó de haber conseguido, por tercera vez desde que ocupa esa responsabilidad, hace seis años, el respaldo del principal partido de la oposición.
En cualquier caso, el apoyo final del PSOE a las cuentas del PP —eso sí, tras conseguir introducir en los Presupuestos varias de sus ideas— no significa que no hubiera debate. Sí lo hubo. De hecho, se debatió de más; casi dos horas y media. En un ‘matrimonio de conveniencia’ como éste, resulta mejor no hablar demasiado, pues si eso ocurre se cae en el peligro de malograr la operación. En un momento dado, Vázquez, viendo que populares y oposición tendían a enredarse, aún después de que el PSOE anunciara su voto positivo, llegó a exclamar “¡Nos vamos a cargar los Presupuestos!”. Pero el agua no llegó al río. Al final, paz.
En su discurso inicial, el presidente de la Diputación recordó que los Presupuestos de 2018 se han elaborado, al igual que los del anterior ejercicio, sin estar aprobados los Presupuestos Generales del Estado, por lo que sufrirán “análogas incertidumbres” al del año en curso. Dicho esto, Vázquez quiso resaltar dos datos: el incremento de las inversiones, que duplican las de 2017, hasta alcanzar los 7,6 millones; y la reducción de la deuda a la mitad en ocho años. Y también subrayó que la elaboración de los Presupuestos ha sido “abierta” a los diferentes grupos políticos, de forma que “se han incorporado enmiendas al proyecto inicial de una forma más o menos consensuada y que responde a las necesidades de nuestra provincia”.
La no adscrita María Cuesta anunció, de inicio, su intención de abstenerse, que ella interpretaba como un apoyo velado a los Presupuestos, en los que veía puntos positivos, como la disminución de la partida para el Palacio de Congresos, y también negativos. Juan Ángel Ruiz, de UPyD, tampoco se mostró especialmente beligerante contra los Presupuestos. Mostró su oposición a algunos puntos concretos, cual es el caso de las ‘subvenciones nominativas’, que a su juicio perjudican a los pueblos no gobernados por PP y PSOE, pero en cualquier caso agradeció a Vázquez “su interés en generar un consenso”, optando finalmente por la abstención.
Por su parte, el portavoz socialista, Alberto Serna, hiló un discurso donde quiso tratar algunos de los problemas pendientes en la provincia. Pidió abordar el asunto del agua en profundidad, advirtió que el Museo Esteban Vicente se está convirtiendo en “un pozo sin fondo”, consideró que el Palacio de Congresos va por el mismo camino y tildó de “insuficiente” la partida para las carreteras provinciales. Quiso marcar diferencias con el PP. Pero, llegada la hora de anunciar el voto socialista, sostuvo que “la política debe ser útil, y para ser útil debemos de salirnos de las trincheras ideológicas”. Ahondando en esa idea, dijo no querer escuchar aquello de “el peor enemigo de un segoviano es otro segoviano”, lo que ímplicitamente suponía el apoyo al PP. “Hoy este grupo va a estar a la altura de las circunstancias”, remató.
agradecimiento José Luis Sanz Merino, en calidad de portavoz del PP, agradeció que ninguno de los otros tres grupos votara en contra, advirtiendo que “algún mérito” tendrá el partido gobernante, que en aras de ese consenso ha tenido que hacer diferentes concesiones. Se felicitó Sanz Merino de esta práctica política, “habitual en la provincia”, pues “en la mayoría de los pueblos los Presupuestos se aprueban por mayoría absoluta”.
En el turno de réplica, el pleno acabó liándose, de forma innecesaria, comprobándose cuán fugaces son los acuerdos políticos. Ruiz, de UPyD, criticó la posición socialista, a su entender “símbolo de la vieja política”. Recriminó a Serna su proceder con el PP, de (sic) “no estoy de acuerdo contigo pero te voto”.
El socialista, por alusiones, defendió que, en política, “no hay soluciones óptimas, sino factibles”, atribuyéndo a su grupo la iniciativa de presentar una enmienda para detraer un millón de euros de la partida destinada al Palacio de Congresos, una cantidad que irá a parar a “obras en los pueblos”.
Durante un rato más siguieron los rifirrafes. Aunque todo el bacalao estaba vendido. La provincia ya tiene Presupuestos para 2018.
