Que a la Segoviana le ha ido cambiando la cara conforme ha ido avanzando la competición en el grupo octavo de la Tercera es algo indudable. Del gesto torcido de comienzos del mes de octubre se ha pasado a un optimismo (comedido, pero optimismo al fin y al cabo) de primeros de noviembre, tras el empate que el cuadro azulgrana logró en el campo de la Arandina.
La clave del buen momento azulgrana tiene varios nombres propios, pero uno común a todo el equipo: El sacrificio defensivo. La Gimnástica Segoviana es uno de los conjuntos menos goleados de la categoría, con siete goles, de los que David Durán sólo ha encajado dos, convirtiéndose de esta forma en el guardameta menos batido del grupo, por delante de Javi Jiménez, portero del Valladolid B, después de que ambos hayan disputado ocho de los diez partidos de liga.
Durán aporta dos claves para definir el buen momento del equipo azulgrana en el apartado defensivo, “porque defendemos muy arriba, con lo que recuperamos el balón lejos de nuestro área, y además todos los compañeros se sacrifican en ese esfuerzo defensivo, algo que también se nota mucho sobre el campo”.
Además, se da la curiosa circunstancia de que, por unas u otras razones, Maroto apenas ha repetido línea defensiva, “pero se ha demostrado que la gente está muy involucrada en el proyecto, y todos han cumplido muy bien cuando han entrado en el equipo. Estamos en un gran momento”.
Eso sí, al principio costó que el equipo asumiera ese sacrificio defensivo, lo que llevó a la Segoviana a protagonizar un comienzo de temporada “que ni siquiera nosotros mismos nos esperábamos. Ese mal inicio nos pesó demasiado, hasta que conseguimos soltarnos en nuestro fútbol y salir de los puestos de abajo en la clasificación”, indica el portero segoviano.
Ahora el equipo gimnástico se ha colocado en la quinta plaza, a tan solo un punto de la fase de ascenso, el objetivo mínimo que se ha puesto la plantilla, “porque la Segoviana tiene que estar arriba sí o sí, por entidad y por equipo” afirma Durán, que no quiere no oir hablar de la presión por clasificarse en la zona alta de la clasificación, “porque esa presión nos la hemos puesto nosotros solos, como ya lo hicimos la pasada campaña. Jugar la fase de ascenso es posible, y estoy convencido de que estaremos luchando por ella hasta el final de la temporada”.
De momento el equipo azulgrana ya ha jugado con la Arandina, tercer clasificado, con el Ávila, cuarto, con evidentes buenos resultados, ya que la Segoviana derrotó al cuadro abulense y logró el pasado fin de semana empatar en El Montecillo en un encuentro que el equipo gimnástico pudo ganar en el primer período, “ya que tuvimos claras ocasiones en el primer tiempo para haber puesto el partido muy a nuestro favor. Yo al menos viví el partido bastante tranquilo en mi área, porque el rival no nos llegó tanto a la portería”.
Y el próximo domingo llega a La Albuera el Burgos, líder invicto de la competición. Pero cuando a Durán se le advierte de este hecho, el portero azulgrana no duda en afirmar que “eso será sólo hasta el próximo domingo. En casa debemos de ganarlo todo, porque ya son muchos años de ver cómo muchos equipos vienen a La Albuera y nos acaban creando mucho peligro. Hay que hacerse muy fuertes en casa para no descolgarse de los puestos de arriba”.
Que David Durán confíe en la victoria no significa que menosprecie al Burgos, sino más bien todo lo contrario, “porque con el cambio de entrenador y la llegada de Carlos Tornadijo, se ha convertido en un equipo al que le gusta jugar más al fútbol en corto y menos al pelotazo largo. Además, es un club que tiene presupuesto de sobra para estar arriba. Tornadijo sabe lo que se hace, y estoy seguro de que nos lo va a poner muy difícil”.
