David Torices ‘Dupi’ (1/6/1978) jugó su primer año senior con la Segoviana, pero el resto de su carrera como futbolista transcurrió fuera de Segovia. Afronta un nuevo proyecto como director deportivo de la UD Logroñés en Primera RFEF tras haber llevado los despachos de Melilla y Badajoz. Desde una categoría superior, analiza las posibilidades de la Segoviana, aboga por el control financiero y admite el peso del dinero en los fichajes.
— ¿Cuál es su proyecto?
— Para mí es un proyecto muy ilusionante. Dentro de mi carrera, llevo dando pasos al frente. Y después de venir de Bajadoz, que fue un año muy difícil, encuentro un club estable, un histórico reciente del fútbol profesional. Es precisamente eso, un proyecto. Un club que está sentando las bases para poder abordar de nuevo el fútbol profesional.
— Firma por un año. ¿Falta visión de largo plazo?
— No, para nada. El club me proponía firmar más tiempo, pero fui yo, de manera consensuada con el gerente deportivo. Decidimos que había mucha confianza en ambas partes, pero era mejor que nos conociéramos. Yo estoy proyectando un club a medio y largo plazo, a pesar de que mi relación contractual sea cortoplacista.
— ¿Cómo se diferencia la calidad en un mercado con tanta cantidad?
— Es el quid de la cuestión. Hay jugadores muy buenos, pero hay que entender qué tipo de futbolista necesitamos. Y para eso tenemos que saber qué es lo que somos. Si buscamos un equipo atrevido o uno más rocoso; un equipo que viva en campo contrario o en campo propio. A partir de ahí, intervienen las personas. Nosotros decimos quiénes son esos jugadores.
— ¿Tiene un director deportivo sus caprichos?
— Yo no voy a incorporar a ningún buen futbolista que no se va a adaptar bien a lo que nosotros vamos a necesitar. Pongamos que buscamos un lateral derecho que viva mucho en campo contrario. A pesar de que haya otro que sea un cañón’, si sus características son más defensivas le voy a meter en un contexto que no va a ser adecuado para él. Le voy a hacer peor futbolista. Lo primero es entender qué tipo de jugadores son los adecuados para nuestro proceso y eso nunca me lo salto.
— ¿Hay inflación en el fútbol?
— Es una locura cómo está nuestra categoría. Hay salarios superiores a los que se pueden estar pagando en Segunda División. Es un debe en esta categoría, el control financiero es esencial. Hay 17 equipos que han recibido denuncias por parte de jugadores: más del 50% de los clubes han tenido problemas económicos porque se engordan los salarios. Con el afán de subir a Segunda A, que es mucho más sostenible y rentable para los propietarios, se hacen cosas que no se deben. La Primera RFEF tiene muchas posibilidades, pero hay que cuidarla.
— La Segoviana está inmersa en el debate sobre su conversión a SAD. ¿Hasta qué punto es imprescindible el dinero para que un club pueda crecer?
— Los recursos son imprescindibles. Se puede ser muy profesional en los procesos, y me consta que la Segoviana es un club muy bien trabajado. Pero estamos compitiendo con otros clubes y sin recursos es mucho más difícil pelear. Un gran amigo me dijo: “Yo soy mucho mejor directivo con diez millones de euros que con dos”. Tu abanico se abre ostensiblemente, y no nos olvidemos: los que nos ponen arriba o abajo son los jugadores. Con buenos futbolistas estás más cerca de conseguir objetivos. Hay futbolistas que, a no mucha diferencia salarial, prefieren ir a capitales de provincia o a clubes con seriedad en los pagos. Pero solo si no hay grandes diferencias. Al final los jugadores priorizan salarios por encima de otras cosas, y más en estas categorías. En Primera o Segunda los sueldos ya son importantes como para priorizar otras cosas.
— ¿Está a favor de la SAD?
— Yo estoy a favor de lo que opine la mayoría. El club tiene una masa social que ha ayudado a generar una estabilidad, junto al magnífico trabajo de Agustín y su junta directiva. Las decisiones unilaterales no son buenas porque generan conflictos internos. Entiendo a la afición que sea reacia a que venga un proyecto para inyectar dinero; da un poco de vértigo lo que ha sucedido con otras SAD. Pero querría dejar un mensaje: que confíen en las personas que trabajan en ese club porque han demostrado con creces que no van a poner en peligro la salubridad de la Segoviana. Se han jugado mucho, incluso salud, para sacar un proyecto que siempre ha estado al borde del abismo.
“Creo que nací demasiado pronto. Hubiera sido mejor jugador hoy en día que en los tiempos en los que jugué”
— ¿Puede la Segoviana aspirar a ser un Logroñés?
— No tengo ninguna duda. El único problema son los recursos. Si el tejido empresarial de Segovia se volcara con la Gimnástica y pudiera aportar todo lo que falta, se podrían plantear pelear por esos escenarios. Pero no llega, y entiendo que por parte de los gestores se planteen opciones serias. Y digo serias, porque cabe de todo. Pero no tengo ninguna duda de que las únicas opciones que podrían llegar de la mano de Agustín serían serias. Entiendo que es una opción abrir la puerta a alguien que venga con la ilusión de hacer grande a la Segoviana porque tiene todo para ser un referente en el fútbol nacional. Capital de provincia, cercanía a Madrid, ciudad conectada…
—¿Ficharía como directivo al David Torices jugador?
— Yo era muy malo (bromea). Sería muy exigente conmigo mismo. Sería de esos a los que miraría con lupa. Me llamaría muchas veces antes de contratarme. Creo que nací demasiado pronto, hubiera sido mejor jugador hoy en día que en los tiempos en los que jugué. Me consideraba un jugador de mediocampo. Me gustaba intervenir mucho con balón y eso no se estilaba tanto. Y hoy es lo que se lleva.
