Parece que la calma y la paz pueden llegar a Siria después de 13 meses de revueltas, violencia, combates, bombardeos y miles de muertos. Y es que, pese a las numerosas dudas de la comunidad internacional, el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe en ese país, Kofi Annan, aseguró ayer que ha recibido «garantías» del régimen de Bachar al Asad de que «respetará el alto el fuego», que daba comienzo a las seis de esta mañana.
Para ello, el Ejecutivo de Damasco remitió una carta al diplomático en la que se compromete a cesar todos sus ataques conforme al calendario propuesto en el plan de paz. Sin embargo, Damasco se reservó en la misiva el derecho a responder «de forma proporcionada» ante cualquier agresión por parte de «grupos terroristas armados» contra «civiles, fuerzas del Gobierno y propiedades públicas o privadas», una vez entre en vigor esa tregua.
Eso sí, a la espera de que llegue la tan esperada suspensión de la violencia, las tropas leales al régimen se adentraron en la zona centro de Hama y perpetraron varios bombardeos sobre Rastan.
Un ataque en respuesta, según fuentes gubernamentales, al asesinato de 33 miembros de las fuerzas de seguridad, que perdieron la vida «mientras cumplían con sus obligaciones» en las localidades de Damasco, Homs, Aleppo, Idleb y Al Hasaka.
Todo ello no hace sino ratificar las palabras del ministro británico de Exteriores, William Hague, que cuestionó que el Gobierno vaya a respetar el plan de paz de Kofi Annan.
«El 1 de abril, el régimen de Al Asad se comprometió a detener los movimientos de tropas hacia los centros de población y el uso de armamento pesado, así como a retirar las tropas de las zonas urbanas en Siria el 10 de abril y comenzar una transición política», recordó.
«Desde entonces, Damasco ha utilizado la fecha límite como una cobertura para intensificar sus esfuerzos militares para aplastar a la oposición siria», agregó.
«Han sometido cruelmente a comunidades completas a una campaña inhumana de bombardeos, expulsiones forzadas y ejecuciones. Han intentado alcanzar unas condiciones inaceptables para el alto el fuego como pretexto para continuar con la violencia», valoró. «Además, el régimen ha violado la soberanía de Turquía y Líbano, al disparar desde la frontera contra personas que buscaban desesperadamente refugio para huir de la carnicería», puntualizó Hague.
