Las cosas parece que se empiezan a tranquilizarse en Siria. Y es que después de que el pasado sábado Estados Unidos y Rusia acordaran dar a Siria una semana para hacer públicos sus arsenales de armas químicas, y hasta mediados de 2014 para destruirlos, el Gobierno de Damasco declaró ayer que la decisión «es un triunfo» para el país que se ha conseguido gracias a los esfuerzos diplomáticos de Moscú frente a quienes proponían la intervención militar.
«Damos la bienvenida a estos pactos. Por un lado, ayudarán a los ciudadanos a salir de la crisis. Por otro, han impedido una ofensiva contra Siria al quitar el pretexto que necesitaban aquellos que querían desatar la guerra», señaló el ministro para la Reconciliación Nacional, Alí Haidar. Además, elogió el papel de Rusia. «Es un logro de la diplomacia de Moscú y de sus líderes; una victoria para Damasco gracias a nuestros amigos», destacó.
Por su parte, la OTAN también aplaudió el «impulso» a la vía política para poner fin al conflicto en Siria y para eliminar el arsenal del Gobierno de Bachar al Asad, según manifestó su secretario general, Anders Fogh Rasmussen, que reclamó al país un «cumplimiento total y sin reservas».
Así, aseveró que «confío en que el acuerdo suponga un «mayor impulso a una solución política para finalizar el horrible derramamiento de sangre en Siria».
«La comunidad internacional tiene la responsabilidad de garantizar que la ley de larga duración y la práctica contra el uso de armas químicas se preserve y los infractores rindan cuentas», remarcó.
Unas palabras a las que se sumó el presidente de EEUU, Barack Obama, que aplaudió el plan alcanzado entre el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, pero advirtió de que «si falla la diplomacia, mi país está preparado para actuar porque seguimos en alerta».
«Este marco proporciona una oportunidad para la eliminación de las armas químicas de un modo transparente y verificable, lo que podría poner fin a la amenaza que este material representan el mundo», aseguró el mandatario. «Pero aunque hemos hecho un importante progreso, queda mucho trabajo por hacer», recordó.
Además, cabe destacar la actuación de Teherán, que por primera vez se pronunció. El viceministro de Asuntos Extranjeros, Hossein Amir-Abdollahian, señaló que el uso de material tóxico ya no será «un pretexto» para que EEUU ataque, e incluso «se puede hablar de un éxito para el frente de resistencia contra Israel».
