El grupo terrorista Estado Islámico está detrás de los ataques con bomba y armados registrados ayer en el centro de Yakarta (Indonesia) en los que perdieron la vida dos personas, uno de ellos un ciudadano extranjero. Además, 17 personas resultaron heridas, cinco de ellas policías, y fueron trasladadas a los hospitales de la ciudad.
Aunque en un primer momento se pensó que el extranjero era un ciudadano holandés, la policía acabó confirmando que se trata de un canadiense. En cuanto al holandés, quedó sólo herido.
Por otra parte, la Policía ofreció informaciones en algunos momentos contradictorias respecto al número de asaltantes, que se llegó a cifrar en una decena. De acuerdo con la última información ofrecida, cinco de ellos murieron, tres tras inmolarse, y otros tres habrían sido detenidos.
Asimismo, aunque responsables policiales desmintieron que algún agente hubiera muerto en las explosiones o en los tiroteos con los atacantes, la última información ofrecida es que otro de los fallecidos es un agente.
Según la agencia de noticias Amaq, afín a la organización que dirige Abú Bakr al Baghdadi, Estado Islámico está detrás de los sucesos en la capital indonesia, cuyo objetivo eran “extranjeros y las fuerzas de seguridad”.
El propio grupo explicó en un comunicado posterior que “un grupo de soldados del califato” atentó contra “la alianza cruzada” que combate a Estado Islámico. Según este mensaje, los ataques concluyeron con 15 muertos, si bien la organización suele inflar el balance de víctimas.
Por su parte, el jefe de la Policía de Yakarta, Tito Karnavian, señaló que “definitivamente Estado Islámico está detrás de este ataque”, añadiendo que el combatiente indonesio de Daesh Bahrun Naim, que se cree está en Siria, llevaba “planeando esto desde hace un tiempo”. “Él está detrás de este ataque”, añadió.
Los hechos comenzaron hacia las 10:50 horas en el aparcamiento de la cafetería Starbucks que se encuentra en el edificio Skyline en la principal avenida de la capital, una zona conocida popularmente como Sarinah, ya que frente al citado edificio está el centro comercial de este nombre.
En esta primera explosión, según las imágenes de las cámaras de seguridad, dos de los sospechosos fallecieron, después de que uno de ellos sacara la bomba de la mochila que portaba.
En un lapso de unos quince minutos se produjeron hasta seis explosiones, una de las cuales tuvo lugar en un puesto policial frente al Skyline, donde habría muerto el agente de policía.
En el caos que se generó, y mientras una multitud se agolpaba para ver qué sucedía, otros dos sospechosos aprovecharon la situación para seguir sembrando el terror. Uno de ellos sacó una pistola y comenzó a disparar contra la multitud, tras lo cual el segundo hizo lo propio, alcanzando a un agente en el estómago.
A continuación, el primero de ellos se dirigió al aparcamiento de Skyline, donde tomó como rehenes a dos extranjeros, uno de ellos el holandés herido, y un argelino, que consiguió escapar después de que las fuerzas de seguridad rodearan al atacante.
La Policía informó que ambos atacantes fueron neutralizados y entre sus pertenencias se encontraron “explosivos”. “Si estos explosivos hubieran estallado no sabemos cuántas víctimas habría habido, ya que eran bastante potentes”, explicaron.
Así las cosas, el presidente de Indonesia, Joko Widodo, calificó de “acto terrorista” los ataques. “Todos lamentamos la pérdida de vidas por este incidente. He ordenado al jefe de Policía y al ministro de Seguridad que persigan y capturen a los responsables y a los que trabajen en sus redes”, subrayó el mandatario, que acortado su visita a una región para regresar a la capital y ha convocado una reunión extraordinaria de su gabinete.
Del mismo modo, hizo un llamamiento a la población para que permanezca en calma. “Como nación, pueblo y sociedad, no podemos ser intimidados”, remachó.
Esta no es la primera vez que Yakarta es escenario de atentados. En julio de 2009, una decena de personas murieron en los atentados contra los hoteles Marriott y Ritz Carlton de la capital.
