El Colegio Marista de Segovia Nuestra Señora de la Fuencisla celebró ayer en la Catedral un acto multitudinario de acción de gracias por las experiencias acumuladas a lo largo de sus cien años de historia.
La ceremonia abre el programa conmemorativo del centenario del colegio que se extenderá durante todo el curso, ofreciendo actividades en las que se recordará las principales etapas de la presencia marista en Segovia y la obra educativa que comenzó con 150 niños y ha alcanzado a unos 50.000 segovianos, según estimaciones del centro.
Haciendo una demostración de disciplina y orden llegaban antes de las doce de la mañana a la Catedral 770 alumnos de entre 3 y 18 años, distribuidos por cursos y guiados por medio centenar de profesores. Allí esperaban padres y abuelos, así como un grupo de exalumnos y antiguos profesores, entre los que se encontraba don Andrés Rodao, que se sumaron a la acción de gracias.
En pocos minutos se llenaba el Altar Mayor y la nave central de la Catedral de niños y adolescentes vestidos con camisetas azules que lleva el logotipo diseñado para el centenario, en el que se funde el Acueducto y las tres violetas que simbolizan las virtudes marianas: humildad, sencillez y modestia.
Bastó una señal del profesor Sergio Calleja Muñoz para que el millar de personas reunidas en el templo guardaran silencio y así lo mantuvieron durante los principales momentos de una ceremonia festiva cargada de simbología y mensajes de ilusión, en la que hubo cantos, momentos para el recuerdo y la reflexión y escenificación de los valores de la educación maristas.
Tanto el director del colegio, José Luis Marijuán, como los profesores que guiaron la celebración, remarcaron el hecho de que el encuentro se llevara a cabo en la Catedral ante la imagen de la Virgen de la Fuencisla cuyo nombre lleva el centro educativo. “Hace exactamente cien años, en este mismo recinto sagrado, eran presentados por el obispo de Segovia, Remigio Gandásegui, cuatro hermanos maristas vestidos con su sotana, cordón, rabat, capa a media teja y sombrero en la mano” explicaba José Luis Marijuán rememorando el comienzo en Segovia de la labor de la congregación fundada por Marcelino Champagnat.
El director del colegio recordó que aquellos cuatro maristas, dos franceses y dos españoles, iniciaron “el camino” con “150 niños pobres e hijos de obreros en la casa de los Picos como escuela gratuita financiada y sostenida por la Iglesia”. Luego ese camino se ha seguido recorriendo con 337 hermanos maristas, otros muchos educadores y profesores y miles de familias segovianas hasta llegar a la actualidad. “Gracias a muchas personas —manifestaba un profesor— hoy contamos con un colegio lleno de vida, alumnos, educadores, AMPA, asociación de antiguos alumnos, club deportivo, grupos MarCha, grupo Scout….”. Para los organizadores del programa conmemorativo con este centenario se celebran “100 de pasión por la educación; 100 años de tradición e innovación, 100 años de violetas”.
Foto de familia
Tras la lectura con escenificación de unos versículos del Evangelio según san Marcos (10, 13-15), parejas de alumnos, compuestas por mayores y pequeños, fueron colocando ante el altar las letras de la palabra MARISTAS, atribuyendo a cada una un significado alusivo a los valores de esta comunidad. M, María; A, amor; R, respeto; I, ilusión; S, solidaridad; T, trabajo; A, ayuda; y S, sencillez.
Antes de regresar a clase, alumnos y profesores posaron juntos en el enlosado de la Catedral para dejar testimonio del acto de apertura del centenario con una foto de familia, la familia marista.
