Comenzó la feria taurina de Cantalejo con una corrida de toros mixta, que tuvo alicientes para el aficionado que depararon un buen festejo en su conjunto con faenas merecedoras de premio, como así fue. Aliciente añadido la presencia en el cartel de dos toreros afines a nuestra tierra segoviana, Javier Herrero e Igor Pereira.
La plaza registró la mitad de su aforo. Presidió el alcalde de la ciudad Máximo San Macario. La reina de las fiestas y damas de honor, en lugar de preferente en un tendido acompañadas de quintas y quintos, quienes previamente desfilaron por el ruedo provistos de las clásicas trallas cantalejanas.
Se lidiaron cuatro toros todos cenqueños y dos utreros de la ganadería de Guadalamena, justos de presentación y de juego variable. Bueno el que abría plaza, válido el segundo, muy bueno el tercero y bueno el cuarto, eso respecto a los toros, y en cuanto a los dos novillos, de buen juego ambos.
Curro Díaz El jienense, que ya actuara en esta plaza el pasado año, salió mejor librado en el presente por mor del buen lote que le cupo en suerte. Vistió de corinto y oro. Tres buenos lances y media verónica. Con su peculiar estilo, formando bonita imagen compuesta la figura, toreo de mano baja y muletazos armoniosos que se jalean. Curro aporta una manera de interpretar el toreo aparentemente agitanado sin ser calé. Transmite emotividad por la cadencia del muletazo, pone ritmo y liga bien en las series por ambos pitones, aunque la faena tuvo mayor fundamento por el lado diestro. Volapié bien ejecutado cobrando estocada entera con el premio de una oreja.
Ante el mejor toro de la corrida, cuarto de la tarde, espléndidos lances que se ovacionan. Toma el engaño y comienza con trincheras y dos pases por alto. Excelentes muletazos medidos, templados que el toro toma con codicia y repetidas embestidas. Curro pone de manifiesto una vez más el talante que le acredita con esa imagen tan personal cuyas referencias se manifiestan en cualquier actitud expuesta en el ruedo. En este toro cuajó unos muletazos al natural, embebido en una labor lucida y emotiva a la vez. Estocada delantera y oreja para sumar a la anterior y permitir la puerta grande.
Javier Herrero El cuellarano vino de nuevo a Cantalejo a sacarse la espina clavada el pasado año con cogida y sin un triunfo importante. En esta ocasión salió a demostrar cualidades ya conocidas: valor desmedido, entrega y un toreo capaz de transmitir emociones fuertes, como así fue. Vistió de azul celeste y oro. Buenos lances con media. Trasteo por bajo y alto en los primeros compases muleteriles. Una excelente serie en redondo, otra con mayor mérito debido a la condición del morlaco con embestida incierta y calamocheando a veces. En el centro del ruedo para mayor mérito, faena de valor y torería igual que cuando cambió de pitón. Algunos apuros después al retorno de lado. Estocada que cobró tras tirarse materialmente encima de su antagonista, y cogida afortunadamente sin mayores consecuencias. Fue ovacionado con fuerza.
Con su segundo toro, pudo cuajar mejores momentos, comenzando con una larga cambiada de hinojos y verónicas bien argumentadas. Brindó a su compañero Curro Díaz. Doblones genuflexa la figura y dos por alto. Centrado, dispuesto y logrando acompasar la embestida del burel, muletazos con cierre de pectorales de buen hacer y de buen ver. Ademanes muy toreros para citar de largo y aguantar la fuerte arrancada del toro. Relajado, serio y a gusto con su manera de torear en base a lo correcto del muletazo en redondo sobre todo. La faena fue rotunda y llena de motivaciones, tanto para el torero como para el propio público. Estocada y descabello. Dos orejas para Javier.
Igor Pereira Como novillero afincado en Cantalejo, marca ya una tendencia de agrado e ilusión al mismo tiempo en gente cantalejana y afines a esta magnífica ciudad. De rosa palo y oro vistió el moreno diestro. El novillo sale abanto dando por su cuenta tres vueltas al ruedo haciendo caso omiso a los capotes. Lances aceptables y quite por chicuelinas. Rehileteó con dos buenos pares. Muleta en la diestra comienza a torear con valor y sitio. Echa la muleta abajo y templa unos excelentes muletazos. Por el izquierdo sólo pases sueltos. Calidad hubo en postreras tandas en redondo y en conjunto faena válida mal rematada con la espada. Se silenció su labor.
Con el que cerraba plaza, dos lances de hinojos y dos verónicas entre olés. Bueno el segundo tercio con un par final al quiebro lleno de emotiva sensación de peligro, peligro que llegó pero del que es mejor olvidar, al menos para no implicar cuestiones paralelas. Quiero decir que fue cogido un par de veces y herido, no sabemos hasta que grado, porque el valeroso brasileiro continuó sin afligirse. Buenos muletazos por el pitón derecho y naturales con buen son, todo entre arreones de valor y temerarios acercamientos. Fue además en el centro del ruedo. Faena de mucho mérito y reconocimiento público. Creo en consideración justa y razonable, que tiene que asumir mayormente la técnica lógica del toreo. La colocación es fundamental, además de los fundamentos de parar, mandar y templar, que ya es decir. Cortó una merecida oreja.