Los que lleven tiempo siguiendo a la Gimnástica Segoviana se acordarán perfectamente de un partido de play off de ascenso a Segunda B, disputado hace unos años en la localidad asturiana de Villaviciosa (el 28 junio de 1998, más concretamente) y que acabó muy mal para los azulgrana, en un final de infarto en el que el fútbol no fue justo con una Segoviana que se quedó a las puertas de subir de categoría.
Pues bien, ayer en Cantabria la suerte sí que estuvo de parte de los gimnásticos. En el campo de la Sociedad Deportiva Noja se esfumaron de un fogonazo todos los fantasmas del pasado y, a pesar de que los de Paco Maroto acabaron perdiendo por 4-2, el sufrimiento mereció la pena y lograron pasar a la ronda final de la fase de ascenso.
De inicio, el técnico segoviano repitió alineación y disposición sobre el campo con respecto al encuentro de ida en La Albuera, y ya desde la primera jugada de ataque empezó con peligro por la banda de Fran, tocando con buen criterio desde atrás. Y en una de estas, llegó el gol en el minuto 2, obra de Ricardo desde la frontal con un disparo duro y bien colocado, tras recoger el balón después de un despeje del portero.
El mismo Fran buscó la escuadra en el minuto 6 con un lanzamiento que se marchó algo desviado. Y es que el encuentro de ayer, en sus inicios, fue un calco del de la ida, con los azulgrana muy bien colocados e incisivos en ataque.
A pesar de todo, en el 9, Camino tuvo una buena ocasión para empatar con un remate de cabeza cerca de la línea de gol, que se estrelló en el larguero. Tras esta oportunidad los locales –no les quedaba más remedio– se vinieron arriba, bien cubiertos en el centro del campo por el guineano Chupe, que se perdió el partido en Segovia.
Tal fue la insistencia del Noja que su capitán Iñaki Bollaín, justo al cuarto de hora, logró el empate con un disparo dentro del área, batiendo a Durán en su salida.
En un contragolpe por la derecha, la Segoviana se tomó un respiro en defensa para poder disfrutar de una nueva acción ofensiva, de la mano de Fran, cuyo disparo tras un recorte rebotó en la pierna de un defensa y casi sorprendió al portero.
Estaba claro que a la Segoviana tenía que emplearse a fondo, porque enfrente tenía a un rival herido y que no dudaba en emplearse con dureza. Por eso, lo mejor que le podía pasar a los gimnásticos es que se llegase al descanso. O no… más bien, no. Ocurrió algo mejor para los de Segovia. En una jugada creada desde la derecha llegó el balón a Maikel, que fue derribado dentro del área por Eixea. Penalti claro, que Roberto se encargó de transformar con mucha suerte –todo hay que decirlo– ya que su lanzamiento ‘a lo Panenka’ rebotó en el guardameta y acabó colándose con mucho suspense en la portería.
La segunda parte empezó muy mal para los de Paco Maroto. Una inexplicable tarjeta roja a Pablo por juego peligroso (ahí queda eso…) dejaba a los gimnásticos en inferioridad. Por fortuna para los visitantes, la falta indirecta lanzada por el Noja dentro del área no causó peligro para Durán.
Estaba claro que, con el 1-2, la Segoviana contaba con una ventaja lo suficientemente clara como para no pasar apuros. Pero de lo que tampoco había duda es de que la Sociedad Deportiva Noja no iba a dejar de pelear. Y vaya si lo hizo. Los cántabros pisaron el acelerador y, en apenas seis minutos resucitaron en la eliminatoria y lograron levantaron el ánimo de los locales, que se veían a solo un tanto de distancia para conseguir la machada.
Víctor Pérez tuvo el tercero de falta directa en el 79, justo después de la expulsión de Adrián al ver la segunda tarjeta amarilla. Ya con igualdad en el número de jugadores tocaba vivir la parte épica del partido. Quince minutos de defensa gimnástica con uñas y dientes, sin caer en el nerviosismo y tirando de veteranía. Un gol, un solo gol dejaba fuera a la Segoviana, pero ni siquiera el ímpetu del Noja hizo que los de azul y granate perdieran la calma. No esta vez. No en esta eliminatoria. El destino les guardaba una alegría tras el pitido final del árbitro.
