En el año 1948, tras dos duros años de guerra y posguerra, Avelino Vegas y su hermano Santiago crean una bodeguita en su pueblo, Santiuste de San Juan Bautista, para elaborar las uvas de la zona. En 1950, Avelino e Isabel, ya casados, compran el negocio a su hermano y así comienzan la andadura, con diez tinajas de 100 cántaras y mucha ilusión. Avelino vende por los alrededores e Isabel lleva las cuentas. Un tándem que tantas veces se repite en los negocios familiares.
En los años 70, la bodega fue creciendo, se ampliaron las instalaciones con depósitos de hormigón, se invierte en una línea de embotellado moderna, se incrementa el personal… Pero no fue hasta los años 80, con la implantación de las Denominaciones de Origen, cuando se produjo el verdadero despegue.
En primer lugar bajo el paraguas de la D.O. Rueda, que incluye once pueblos de Segovia —entre ellos Santiuste de San Juan Bautista— y se comienzan a elaborar vinos de la variedad Verdejo —una de las uvas blancas más reconocidas—.
En el año 1993, se dio el salto a la incipiente Ribera del Duero, creando Bodegas Fuentespina, que era una antigua cooperativa, en el pueblo del mismo nombre, en la provincia de Burgos. Los vinos de esta denominación de origen han crecido en reconocimiento exponencialmente desde entonces.
El proyecto más reciente fue en 2017 con la creación de una bodega, al estilo chateau fránces, a medio camino entre Peñafiel y Pesquera de Duero, en la denominada milla de oro. Está rodeada de viñedos, con unas magníficas vistas al Castillo de Peñafiel y cuenta con una capacidad de elaboración de 80.000 botellas, bajo la dirección de Cristina Vegas, nieta del fundador. Y es que, Avelino Vegas es una empresa familiar que tiene la satisfacción de contar con la tercera generación incorporada a su equipo.
“Jóvenes que llevan en su ADN los valores de sus abuelos, la ilusión y la capacidad de trabajo de sus padres y la preparación y profesionalidad que han adquirido en su paso por universidades y empresas completando un curriculum al más alto nivel.
En la gran familia Avelino Vegas también se incluyen sus sesenta trabajadores que, en distintos departamentos, viñedos, bodega, administración, comercialización y exportación, desarrollan su labor con dedicación siguiendo su filosofía. Esta forma de trabajar hace que el trato entre familia, trabajadores y clientes sea sincero y cercano.
Su producto estrella es, sin lugar a dudas, ‘Circe’, “nuestro vino más especial de nuestra bodega de Santiuste de San Juan Bautista en la D.O. Rueda. Un vino diferente que sorprende en la nariz y fascina en el paladar. Es un vino que encanta a todo el que lo prueba sobre todo al público más joven”, asegura Ana Isabel Gómez, responsable de Comunicación de las Bodegas Avelino Vegas, al tiempo que añade que “de nuestra bodega de Fuentespina destacaría ‘Fuentespina C, (C de Crianza), un vino que tiene todo lo que se espera de un buen Ribera con una relación calidad precio imbatible”.
“De nuestra bodega Peñafiel hay que resaltar ‘Avelino Vegas 100 aniversario’, el vino que se elaboró como homenaje al fundador de la bodega, elaborado con uva Tempranillo de cepas centenarias cultivadas en la Aguilera, que hablando de forma coloquial es ‘un vinazo’”. La dirección enológica es de Cristina Vegas, nieta del fundador, biotecnóloga y Diplomada Nacional de Enología por la Universidad de Burdeos. “Es un Ribera de los grandes, con una complejidad aromática increíble, criado en roble francés”, añade Gómez.
Para conmemorar el 75 aniversario “hemos celebrado una gran fiesta para disfrutar con la familia, todo nuestro equipo, clientes y amigos. Y como colofón final será un Show Cooking a cargo de los afamados cocineros Hermanos Torres — que cuentan con tres estrellas Michelin— en nuestro Espacio en Madrid.
“Ambos chefs elaborarán platos maridados con dos vinos que vamos a presentar como novedad este año, por nuestro aniversario. Alpha, un vino elaborado en la bodega de Peñafiel, con una edición limitada de 3.000 magnum — “el vino más exclusivo de nuestros Riberas”—. E ‘Isabel Arranz’, un Rueda, elaborado con uva verdejo de una viña centenaria, un merecido homenaje a la cofundadora de la bodega que representa todo el carácter de la uva verdejo de Segovia.
