Ya es sabido que nuestra ciudad posee una gran riqueza en bosques que la cercan, en jardines en su interior y asimismo en numerosos patios e incluso jardines particulares, muy especialmente dentro de la zona amurallada.
Pues bien, nunca han faltado algunos de estos escenarios para que, sobre todo en el período estival, se celebraran en ellos actividades culturales: léase música, conferencias, recitales…
Nos encontramos ahora frente a dos de estos escenarios que sirven como “repetidores” en actividades de cultura destinadas a habitantes y a visitantes, que nunca faltan, sobre todo en esta época.
Tenemos, en el Jardín de los Sentidos, en el interior del Palacio de Quintanar, que depende, como es sabido, de la Junta de Castilla y León, una amplia y variada programación, muy estimada ya por sus éxitos en años anteriores. Los actos se desarrollan durante julio y agosto, a las 9,30 de la tarde/noche, con una programación muy variada y perfectamente asumible por todo tipo de espectadores a los que se cita los jueves, viernes y sábados. Paralelamente, los asistentes tendrán ocasión de visitar también las exposiciones de arte contemporáneo abiertas en esta temporada.
La dirección del Palacio me da cuenta de la variedad de actuaciones que van desde el jazz al flamenco, de la canción de autor al folk, de la electrónica al pop. Lo que no sé es si dentro del amplio programa vaya a figurar el modernísimo y actualísimo “hyperpop”, ese que llaman subgénero de la música pop experimental cuyo origen se encuentra en el Reino Unido desde hace poquitos años.
Y nos vamos a otro patio, muy conocido también por los visitantes del barrio judío y en estos días por ser de nuevo (¡y van 23 ediciones!) escenario del Festival de Narradores Orales. Se trata del patio de la casa de Andrés Laguna, otra vez sede central de este veteranísimo festival bajo la dirección de Ignacio Sanz, antes destacado ceramista y paralelamente escritor y narrador también, a quien de nuevo y con lógica el Ayuntamiento ha vuelto a encargar la organización.
La ya tradicional entre nosotros iniciativa de Ignacio es como un recuerdo que se remonta a muchos años atrás, a aquellos que fueron llamados bardos, los poetas de los celtas, es decir, entonces vates, juglares, rapsodas…Y hoy expertos narradores y cuentistas de palabra capaces de asombrar con sus variadísimas historias, muchas aprendidas por herencia, al numeroso público que no ha de fallar en las noches (22,00 horas) del 4 al 10 de este mes.
Pero en esta ocasión la Magia de los Narradores se va a ver incrementada con una novedad a desarrollar en el patio de la Casa de Machado, entre los días 7 al 9 y a las ocho de la tarde. La novedad llega bajo el título de “La poesía también cuenta”, por lo que destacadas figuras en el tema y con sesiones musicales en algunas de ellas, se contribuirá a una nueva actividad cultural dentro del veteranísimo programa de Narradores Orales.
Y una esperanza: Que la ya tan incomprensible meteorología no logre interrumpir estas actividades.
ANÉCDOTA. El encuentro de fútbol España-Georgia, y el nombre del guardameta georgiano, Giorgi, me trajeron el recuerdo de un personaje que fue príncipe de aquél país y heredero del trono, Jorge (Giorgi) de Bagration, a quien conocí y traté porque coincidimos muchas veces como informadores del motor en las presentaciones de nuevos modelos. Jorge, hombre cercano y afable, nos contaba con frecuencia sus aspiraciones a ser rey de Georgia, porque era hijo del príncipe emigrado Georguievich. Había nacido en Roma, pero le trajeron a España cuando tenía seis meses. En 1991 fue reconocido por el gobierno y el parlamento de Georgia como jefe de la antigua casa real. En España su residencia habitual fue Marbella; casó dos veces y visitó su país por primera vez cuando falleció su padre en 1995. Hace pocos años se trasladó a su Georgia, donde vivían dos hijos, y murió a los 63 años en Tbilisi, en enero de 2008. Dedicó toda su vida al automovilismo, primero como probador de nuevos modelos de coches, y luego como piloto profesional. Conquistó numerosos premios en rallyes y en la Fórmula 1.
