Con el fin de sumar propuestas y atender las necesidades de los estudiantes, la Pastoral Universitaria del Obispado de Segovia ha organizado este fin de semana un “Maratón de estudios” que posibilita a los jóvenes el uso de salas donde preparar los exámenes en horario continuo.
Los participantes que quieran evitar traslados y ahorrar tiempo disponen también de un sencillo comedor para que puedan tomar gratis un aperitivo, una comida o una cena, sin tener que abandonar los salones parroquiales de San José, donde se lleva a cabo esta iniciativa. Pero también se ofrece, la posibilidad de alimentar y cultivar el espíritu, ya que la Pastoral Universitaria organiza un encuentro de oración el sábado por la tarde, y hoy domingo a las siete de la tarde se celebrará una eucaristía. De esta forma se intenta que los jóvenes creyentes no tengan que perderse la misa de los domingos por estar estudiando y a la vez esta celebración pueda ser compartida con jóvenes que viven situaciones similares. “Ponemos la mano de Dios en la vida de los estudiantes y lo agradecen”, ha comentado Pablo Montalvo, responsable de la Pastoral Universitaria de la Diócesis de Segovia.
La participación en los actos religiosos es voluntaria y de hecho en el grupo de jóvenes que acudieron ayer a los locales parroquiales de San José había estudiantes que compartían fe cristiana y otros que se mantenían al margen de las prácticas religiosas y valoraban, exclusivamente, el sentido práctico de la propuesta.
Las características más destacadas por los jóvenes, son el horario continuo, la comodidad de los locales y el ambiente de estudio que se genera. Los responsables de la Pastoral Universitaria manifestaron su agradecimiento a la parroquia de San José y a su párroco Ignacio García de Santos por permitir utilizar las salas desde las diez de la mañana hasta las diez de la noche el sábado y hoy desde las diez de la mañana hasta las ocho de la noche.
Los jóvenes disponen de dos salas de estudio, muy luminosas y bien acondicionadas, donde se mantiene un riguroso silencio y hay pocas interrupciones. Hay otra tercera para los momentos de descanso, donde se comparten dudas y surge el intercambio de experiencias. Allí se puede degustar un aperitivo, tomar un café o directamente comer y cenar. Algunos estudiantes también utilizan los accesos a la iglesia y salen con los apuntes a la calle para seguir repasando notas mientras toman el aire.
Pablo Montalvo explicó que esta es la quinta edición del Maratón de estudios y el tercer curso que se organiza, puesto que cada año se convoca en enero y en junio, de acuerdo a la programación cuatrimestral de exámenes en la universidad. La experiencia de ediciones anteriores marca un flujo de asistentes cercano a los 30 jóvenes por jornada.
Dominan los alumnos de Magisterio, pero también acuden compañeros de otros centros del campus de la Universidad de Valladolid, así como de IE Universidad e incluso de institutos. Sara Villán y Estíbaliz García, coordinadoras del programa, explicaron que el “maratón” tiene fieles seguidores que participan en todas las ediciones porque resuelve sus necesidades de estudios, pero también renueva participación a través de la información difundida entre compañeros e incluso por azar. “A veces vienen chicos que han ido a las salas de estudio del Centro Cultural de San José y no han encontrado allí sitio, y luego repiten con nosotros porque aquí hay más tranquilidad y se encuentran a gusto”, comentó Estíbaliz García.
Otra de las peculiaridades que ayer se apreciaba es la participación en grupo o por parejas de compañeros de carrera, que se intercambian apuntes, resuelven dudas e incluso se “toman” la lección en los lugares abiertos o en el mismo comedor.
