Son frecuentes las críticas a las entidades bancarias, sobre todo cuando vemos que el trato personal con el cliente se restringe y/o tiende a desaparecer, se nos invita-obliga a acudir a internet o los cajeros de turno para realizar nuestras operaciones bancarias, además de ser cada vez menos las oficinas disponibles, sobre todo en el mundo rural, acentuando el trato desigual o mal trato a las personas mayores, que se produce además en otros aspectos de sus vidas, sobre todo el de la atención sanitaria, que también se va despersonalizando y deteriorándose.
Dos noticias de la página 8 de El Adelantado de Segovia del pasado miércoles, día 11, con referencia a dos entidades bancarias, reconfortan:
Una. La Fundación ‘la Caixa’ y Caixa Bank ha concedido 4.800 euros a la Asociación Parkinson de Segovia para el programa ‘Respiro Familiar‘.
¿Quién cuida a las/os cuidadoras/es?. Es importante que uno sea consciente de que si no se cuida no podrá cuidar bien. Cuidar no es en absoluto fácil y en ningún sitio está escrito cómo hay que hacerlo, por eso son importantes los programas de ‘respiro familiar’ como el mencionado. Es bueno que las personas que cuidan se sientan orgullosas de lo que están haciendo. Y también que reconozcan que para cuidarse necesitan tiempo y el tiempo se consigue planificándose bien y pidiendo ayuda.
El Doctor Manuel Viso, experto en estos temas, invita a quienes cuidan a personas con larga enfermedad a aplicar ‘las tres P’: “Pedir ayuda, poner límites y pensar en el futuro”. “Pedir ayuda es delegar, dejar que otras personas se ocupen también del cuidado; poner límites al cuidado es acotar las demandas del paciente si son excesivas, impulsarle a que haga esas cosas que puede hacer por sí mismo, y pensar en el futuro es mantener un mínimo de actividad y socializar para reducir el desgaste del cuidado. También a no sentirse culpables cuando salgan a tomar un café además de cultivar el buen humor y el positivismo, porque cuando el enfermo no esté les será más fácil recuperarse”.
La otra noticia. “Por iniciativa de la Fundación Caja Rural de Segovia y con el fin de ayudar en la captación de recursos económicos para la construcción del Centro de la Asociación de Familiares de Alzheimer (AFA) de Segovia, se ha hecho visible en un autobús urbano de la ciudad de Segovia el Proyecto ‘Piedra a piedra’ para la construcción del nuevo Centro de Alzheimer”, cuyas obras van a buen ritmo. Instituciones, empresas y ciudadanos pueden, me atrevo a decir deberían, colaborar en este proyecto.
La enfermedad de Alzheimer afecta a toda la sociedad. Todos, de alguna manera, estamos implicados con esta enfermedad, ya sea porque nos toque vivirla de cerca en algún familiar o persona conocida o bien, porque seamos nosotros los que podamos padecer sus consecuencias. Cada uno de nosotros, según estudios realizados, tenemos entre el 10 y 15% de probabilidades de padecer este proceso degenerativo a partir de los 65 años. Por eso la construcción del Centro de Alzheimer debe pasar a ser ‘Patrimonio común’ de la sociedad segoviana.
El Acueducto de Segovia, que ha hecho famosa y conocida a nuestra ciudad en el mundo entero, se construyó en el siglo II, piedra a piedra, para traer el agua y con él la vida, a la capital desde los extrarradios. El proyecto de AFA ‘Piedra a piedra’ quiere emular la construcción de este nuevo Acueducto: “Yo también construyo el Centro de Alzheimer de Segovia», trayendo una mayor y mejor calidad de vida para estos enfermos y apoyo a sus familiares cuidadores, conscientes de que podemos serlo cada uno de nosotros.
Esta noche he soñado que este autobús urbano, saltándose la normativa vigente, se desplazaba a los pueblos limítrofes de la capital: Espirdo, La Granja, La Lastrilla, Palazuelos, San Cristóbal, Trescasas, Torrecaballeros, Valverde del Majano, … y en ellos personas o instituciones hacían suyo su mensaje, dispuestos y comprometidos a colaborar en este proyecto. Los habitantes de estos núcleos urbanos también pueden ser susceptibles de recibir en el futuro los servicios de este centro. Me he despertado y creo que mi sueño se puede convertir en realidad.
¡Qué alegría! Gracias.
