Trescientos sesenta y cuatro días exactos llevaban todos los cuellaranos esperando este momento. Las fiestas en honor a Nuestra Señora del Rosario daban comienzo ayer con el tradicional Pregón. Todos los vecinos de la villa estaban “convocados a concejo, a campana repicada”, y abarrotaron cada rincón de la Plaza Mayor.
La procesión con la imagen de Nuestra Señora del Rosario partió de la capilla de Santo Tomé acompañada de la Corregidora de las fiestas, Cristina Sancho del Caz; sus damas de honor, Celia Sanz de Pablos y Andrea Calvo Rodríguez, miembros de la Corporación Municipal, encabezados por el alcalde, Jesús García, y todas las peñas y pandas oficiales.
A su llegada al consistorio, fueron nombradas “como es de uso e de costumbre” la corregidora y las damas. El alcalde procedió a colocarlas el pañuelo rojo y ellas no pudieron ocultar la tremenda emoción que las embargaba.
La plaza fue un hervidero de gente impaciente por escuchar la impetuosa frase que marca el inicio de la semana más intensa para todos los cuellaranos. El bullicio y el ambiente festivo se apoderaron de cada una de las personas que allí se encontraban.
Pregonero
Williams Cárdenas tampoco ocultó la emoción de encontrarse en el lugar donde se celebran los encierros más antiguos de España. Profundo defensor de la tauromaquia, comenzó su discurso, más taurino que nunca, en un emocionante pregón. Todos los cuellaranos vitorearon sus consignas con gritos de alegría y emoción. Cárdenas quiso terminar emulando los bailes de jota cuellarana en el balcón del Ayuntamiento, y disfrutó con todos de ser “un pregonero orgullosode estar aquí”. El pregón dio paso después al tradicional desfile de peñas por el centro de la villa, que volvió a exhibir una vez más la creatividad de los cuellaranos.