Sepan: con fecha 15 de julio de 1675, siendo Carlos II (‘el Hechizado’) aún menor de edad, llevando la regencia del reino su madre, Mariana de Austria, a través de ‘Real Cédula’, sin que Segovia (Comunidad de Ciudad y Tierra) propietaria desde el siglo XII, supiera ‘na de na’, concede a los monjes de El Paular —con la iglesia hemos topado (1)— la propiedad «del suelo y arbolado de robles, pino y brezo en una legua de pinar y monte del Valle de Lozoya». Total: 2054 ha. Es decir, para mejor entender, la zona era lo más florido del valle. El cogollo. A Segovia le dejaron una faja de terreno que coincidía con “lo más malo y escabroso de la sierra” en el Pinar de la Cinta y Cabeza de Hierro (846 ha).
Sobre la utilización de pastos, los monjes cartujos tenían todo el derecho desde el siglo XIV de tal forma que llegaron a completar un rebaño de 85.000 ovejas merinas.
Y comenzaron las reclamaciones, los litigios y los enfrentamientos legales. Ambas partes se ‘fajaron’ por defender lo suyo. Comenzaron en 1677 y al final del camino de “dame lo que me pertenece y el no te lo devuelvo porque me lo ha dado el Rey”, la disputa legal se saldó con la siguiente escritura:
“[…] El Monte queda a favor del Monasterio. Segovia recibirá la cantidad de 8.000 ducados que el Monasterio pagará a la ciudad, obligándose los monjes a dar a los vecinos del Valle y Sexmo de Lozoya (2), toda la madera de pino que necesiten para las obras de sus casas y reparación de estas, así como para iglesias y ermitas”.
El combate jurídico lo habían ganado por goleada los habitantes del Monasterio. Los pinos eran un ‘dulce’ que a los cartujos siempre había gustado. Luego, un poco después, llegó Carlos III y se quedó con el Pinar de Valsaín. Aquel, el de El Paular fue conocido desde entonces como ‘Pinar de los Frailes’ (luego de los belgas) y el otro ‘Pinar del Rey‘.
La verdad es la que es
Y sigue siendo verdad
Aunque se piense al revés.
(Antonio Machado –Proverbios y cantares).
En ampliación de datos
Épocas de El Paular:
— Desde el siglo XII y hasta 1834 perteneció a la Ciudad y Tierra de Segovia.
— Entre 1390 y 1835, residieron los cartujos.
— Desamortizado permaneció entre los años 1837 y 1844.
— En 1844 lo compra un particular por 40.000 duros (100.000 pesetas).
— En 1885 lo recompra el Estado pagando 60.000 duros.
— Desde 1954 lo ocupa la comunidad benedictina.
Fue el 29 de agosto de 1390, cuando Juan I de Castilla donó en la persona de su procurador, el segoviano Lope Martínez , primer prior, el Monasterio del Paular. La conclusión de la obra fue en 1442, reinando Juan II, tras una remodelación total de Juan Guas. La iglesia fue consagrada por Melchor Moscoso, obispo de Segovia, el 11 de julio de 1629.
Los monjes permanecen en el lugar cinco siglos. Hasta 1835. En 1837, con la desamortización, se expropió a los cartujos lo que otro rey les había dado. Los frailes abandonan el lugar al que no regresarían nunca más. El referido pinar, también puesto a subasta por el Estado, lo adquiere una sociedad maderera belga, que lo ha explotado durante 150 años con una extraordinaria gestión.
Desde la Reconquista y hasta 1834, el referido lugar perteneció a la Ciudad y Tierra de Segovia. Tras la división territorial de España en provincias, iniciada en 1833, la descrita zona pasó a depender administrativamente de Madrid.
En 1844, con el monasterio deteriorado por falta de mantenimiento, es adquirido —cual ganga—, por el terrateniente Rafael Sánchez Merino. Veinte años más tarde el Estado lo recompra a la familia de Rafael, por 20.000 pesetas más.
Corolario. Decía un vecino del pueblo cuando venía decisiones como estas: “hemos hecho un pan como unas…”. Amén.
El Monasterio, rehabilitado en su más que evidente deterioro, es ofrecido por el Régimen a la comunidad cartuja. Esta rechaza volver y, buscando inquilinos, llegan los benedictinos.
Y hasta ahora.
(1) “Con la Iglesia hemos topado” significa que hay un obstáculo demasiado grande para el logro de lo que deseamos. También se refiere a cualquier autoridad superior.
(2) Al sexmo pertenecían: Rascafría, Oteruelo, Alameda, Pinilla, Canencia, Bustarviejo, Lozoya, Navalafuente y Valdemanco.
