Cruz Roja Segovia y la Delegación Territorial de la Junta presentaron ayer la nueva campaña puesta en marcha para fomentar el acogimiento familiar, con el objetivo de lograr que más familias en la Comunidad se ofrezcan para ser acogedoras de niños y hacer posible su crecimiento en ambientes familiares.
El acogimiento familiar es una figura clave en el Sistema de Protección y Atención a la Infancia que se desarrolla desde la Junta y al que se destinan más de 51 millones de euros. Existen familias que, por diversas circunstancias, no pueden hacerse cargo de la atención y educación de sus hijos, por lo que el acogimiento familiar se configura como una medida clave orientada para los niños y niñas que necesitan una atención familiar complementaria o sustitutiva de la de sus propios padres, durante un tiempo determinado.
Los acogimientos pueden ser con familia extensa o con familia ajena. La familia extensa incluye a otros familiares del menor distintos a sus padres como abuelos, tíos u otros familiares, con una relación previa y positiva. Cuando no existe familia extensa que pueda hacerse cargo, o no se considera conveniente para el menor, se gestiona el acogimiento con familia ajena. Para ello se selecciona una familia ajena tras un proceso de información, formación, valoración y selección. Todo este proceso de acogimiento con familia ajena es el que la Administración gestiona en colaboración y a través de Cruz Roja. Respecto a los requisitos para ser familia de acogida, lo esencial es ser una familia solidaria con la infancia, independientemente de su configuración, estado civil, orientación sexual o número de hijos.
En el año 2015 en Castilla y León se registraron 912 acogimientos familiares; en Segovia se llevaron a cabo un total de 43, de los que 25 fueron con familia extensa y 18 con familia ajena.
A día de hoy, el número total de acogimientos familiares que hay en Segovia es de 33, de los cuales 16 son con familia extensa y 17 con familia ajena. No obstante, actualmente hay 79 niños en espera de ser acogidos por alguna familia en toda Castilla y León, dos de ellos de Segovia, por lo que, entre otros motivos, se pone en marcha una nueva campaña de sensibilización para captar familias que quieran ser acogedoras.
La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades destinó en 2015 al programa de acogimientos familiares casi 3,9 millones de euros, lo que supuso un incremento del 15 por ciento, 500.000 euros, respecto al año anterior. Parte de esta cuantía se destina a apoyar a las familias de acogida en los gastos de atención de los niños que acogen.
Castilla y León ha promovido que este planteamiento en defensa de los intereses de los niños más pequeños fuera regulado por una ley estatal. Las consideraciones de la Comunidad fueron tenidas en cuenta en la normativa finalmente aprobada (Ley Orgánica 8/2015, de 22 de julio y la Ley 26/2015, de 28 de julio, de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia) que, entre otras modificaciones, establece que prevalecerá el acogimiento familiar sobre el residencial para cualquier menor, especialmente para los menores de seis años, y que el acogimiento residencial para menores de tres años sólo debe darse en supuestos de imposibilidad acreditada o cuando la medida no convenga al menor.
Por estos motivos la Junta y Cruz Roja lanzan esta campaña para sensibilizar y motivar a las familias de Castilla y León hacia esta forma de solidaridad. Para ello se han editado 20.000 dípticos y 5.000 carteles que se distribuyen por toda la Comunidad, y que recogen el eslogan ‘Todos los niños quieren una familia para ser felices. Acoge y comparte su felicidad’, ideado por un niño de acogida, con la imagen de un dibujo en el que se expresa la emoción de familia y niños cuando se produce el momento de ese encuentro y la imagen de una familia acogedora.
En Castilla y León se ha establecido un amplio catálogo de apoyos para lograr impulsar el acogimiento familiar y que el modelo de protección y atención a la Infancia introduce, como novedad, actuaciones de apoyo tanto a la familia biológica, para tratar de reconducir la situación que llevó a no poder atender a sus hijos, como a la familia acogedora y al propio menor acogido.
