Desde el año 1996 se desarrolla en Segovia el Programa de Acogimiento Familiar, puesto en marcha por la Junta de Castilla y León en colaboración con Cruz Roja Española, con el fin de conseguir que cada vez más niños tengan la oportunidad de ser acogidos por familias de nuestra provincia.
Desde entonces son varias familias segovianas que han dado el paso para el acogimiento pero se necesitan más. Por ello, el próximo viernes, a las 18.00 h. en el centro cultural El Manantial de Hontanares de Eresma, tendrá luar una charla para difundir este programa que no es otra cosa que una llamada a la sociedad para que niños y jóvenes tengan la oportunidad de disfrutar de una familia, aunque sea de forma temporal.
El Programa de Acogimiento Familiar es una medida de protección y un recurso que permite que niños que han sido separados de su familia biológica por diversos problemas puedan convivir durante un tiempo con otra familia, hasta que puedan volver con sus padres biológicos o hasta que se determine otra medida de carácter más estable para ese menor.
Los menores que pueden ser acogidos son niños y jóvenes protegidos por la Junta de Castilla y León, desde bebés hasta adolescentes y grupos de hermanos. Hay niños sin problemas y otros con necesidades especiales (problemas de salud, de comportamiento, con discapacidad,…). Para estos últimos es para los que más familias de acogida se necesitan.
situación legal El Acogimiento no es, en ningún caso, una adopción. La adopción es una vía para llegar a ser padre y/o madre y conlleva la filiación, lo que supone equiparar legalmente la situación a la del nacimiento biológico. En el acogimiento familiar, la familia presta su apoyo a los niños/as, pero también de forma indirecta a su familia de origen, y lo hace mientras se solucionan los problemas que comprometieron las capacidades de cuidado y crianza o se determina la adopción u otra medida de protección a la infancia.
Cruz Roja busca personas o familias solidarias, preocupadas por la situación de vulnerabilidad que viven muchos niños y niñas en nuestra sociedad y que cumplan con los criterios establecidos por las diferentes comunidades autónomas para poder llegar a constituirse como acogedores. En principio, cualquier familia puede ofrecerse como familia de acogida, independientemente de que sea una familia monoparental, del estado civil, orientación sexual, número de hijos/as… Será necesario de forma posterior conocer en profundidad las capacidades que los adultos puedan ofrecer en relación a las necesidades de estos niños y niñas. Las personas que se ofrecen para el acogimiento deberán pasar por un proceso de valoración – reflexión sobre esta decisión y formación hasta llegar a constituirse como acogedor/a.