Sin entender de meritocracia ni justicias, simplemente de eficacia, en la tarde-noche del sábado, el fútbol sala lo volvió a dar la espalda al Segosala de la forma más cruel posible en la Segunda División. El equipo de Agustín Pérez, en su lucha por aspirar a los puestos de playoff de ascenso, sufrió un nuevo y duro revés porque, pese a hacer más merecimientos, jugar mejor y crear más ocasiones tuvo que conformarse con un amargo reparto de puntos ante todo un Majadahonda que encontró el premio del empate en una jugada a una décima para el final. Demasiado castigo.
Sobre el pabellón de La Granadilla, un equipo segoviano con hambre de estirar su dinámica de cinco triunfos consecutivos junto a un empate se veía las caras frente a un Majadahonda que llegaba al pleito compartiendo liderato con Rodiles. Una nueva prueba de fuego en clave segoviana ante la que el equipo de Agustín Pérez arrancó mejor, haciéndose dueño y señor del choque con continuas ocasiones de gol, aunque sin premio, mientras que el equipo local, algo más tímido con pelota, buscaba ser dañino por medio de contraataques y acciones a balón parado que se topaban una y otra vez con las grandes intervenciones de Sonia.
CLAUDIA, AL RESCATE
Y así, con la igualdad reinando en un duelo de poder a poder, el Segosala golpeó primero. Con una gran acción individual de Claudia Garrido desde el franco izquierdo que culminó con un sutil toque de puntera, el equipo segoviano hizo justicia en el marcador antes del descanso. Antes, el conjunto rojinegro gozó de situaciones para haber ampliado la diferencia con una última acción que se estrelló en el larguero. El dominio segoviano tampoco cesó tras el reposo y menos, cuando acto seguido de la reanudación, el Majadahonda se quedó en inferioridad numérica tras la tarjeta roja mostrada a su guardameta Laura.
Dicha tesitura llevó a los mejores minutos en pista de un Segosala insistente y con mayor rotación, sabedor de que un 0-2 podía ser definitivo. Pero faltó acierto, aunque no fue por intentos. El más claro, un nuevo lanzamiento que el larguero escupió para mantener con vida al conjunto madrileño que acabó encontrando petróleo.
Porque con un Segosala volcado a tumba abierta sobre la portería local, una acción mal defendida por la zaga segoviana no lo dejó escapar Mónica que, a falta de cinco minutos para el final y tras un disparo a la madera, empujó a placer la pelota en el segundo palo para devolver la igualada al marcador. El tanto del empate fue un bofetón al mentón para el Segosala que, ‘groggie’ y con un Majadahonda que olió sangre, se sostuvo de pie gracias a una Sonia estelar que evitó por activa y por pasiva el segundo tanto madrileño con varias intervenciones de mucho mérito.
UNA FATÍDICA DÉCIMA
Ya con el encuentro agonizando, el equipo segoviano, en una buena transición culminada por Alba, logró el botín del 1-2 a falta de cinco segundos para el final que parecía definitivo, pero en la última acción del duelo, el Majadahonda, gracias a un buen bloqueo, asestó el golpe mortal al Segosala con un misil de Mónica que pilló a Sonia con muchas jugadoras por delante.
Funesto desenlace así para el equipo de Agustín Pérez que ve como se le escapan dos nuevos puntos que, si bien lo permiten estirar a siete los partidos consecutivos sin perder, también lo hacen dar un paso atrás en sus aspiraciones por un playoff de ascenso que mira ahora a cinco puntos de distancia. Próxima parada, Mioño.
