Escribir para el lector en verano tiene su aquel. O le pones ‘salsa’ o ves el periódico ‘dejao’ de mala forma sobre cualquier mesa/escritorio o partida de mus. Por lo cual me propongo darle al contexto una mano de interés con brocha gorda y, sin poner de por medio a vencejo alguno o similar, atraer la atención del de la hamaca.
Ejemplos varios. Sobre el Acueducto. En 1868 se reconstruyeron los seis arcos, aquellos que están próximos a la calle del Arquitecto Escobedo, y en 1904 el arco primero inferior, inmediato al ángulo de la iglesia de San Francisco. Lo describió Gila Fidalgo en su ‘Guía y Plano de Segovia’ 1906. Y prosigue: ‘los arcos que componen el Acueducto son 160 en una longitud de 818 metros, coronados por la acequia que lleva treinta litros de agua de excelente potabilidad’.
Nos vamos caminando unos metros hacia arriba, a través de la genérica calle Real, ya que por San Juan hay que dar más vuelta y superar el ‘estrecho’ paso que conforman Palacio de Quintanar y Diputación Provincial, por el que bien pueden pasar dos coches de miniatura. Más, no se le ocurra hacerlo, peatón, cuando es el autobús urbano el que le pone frente a la espada (vehículo pesado) y el sándwich de ambas paredes. Por ello, por evitar sudores malignos, ascienda por la Real calle.
Otros sitios; otros lugares
Sepa que cuando culmine el recorrido ‘señalizado’, se encontrará con dos bellezas, la plaza Mayor y la Catedral. De ésta les notifico que sus obras comenzaron el 24 de mayo de 1525. Presidió el acto de poner la primera piedra el Obispo de in illo témpore, el toledano Diego de Rivera, con la presencia del Cabildo, clero –claro- y otras gentes de la ciudad.
Las zanjas para los cimientos se abrieron en los alrededores de la Iglesia de Santa Clara (1), que fuera convento de Las Clarisas hasta que éstas se trasladaron al de San Antonio el Real, colocándose la primera piedra labrada el 8 de junio de 1525. No antes, clarividente es, de haber comenzado a derribar el centenar de casas que se expropiaron (‘privar a alguien de la titularidad de un bien a cambio de una indemnización’), según se describe en cédula de 1523, del Archivo Catedral. El convento estaba en ruina desde años atrás y las monjas, cuando abierto estuvo, habían de aguantar los muchos ruidos, juegos y fiestas públicas.
Ya que hacemos mención del primer tempo, dejo cuatro líneas y un cuarto en torno a la Capilla del Sagrario. El altar del Cristo fue trazado y ejecutado por Daniel Zuloaga, en loza esmaltada de la fábrica de esta Ciudad, propiedad que fue de los señores Vargas, en las márgenes del Eresma. Los hierros de la verja, candelabros y lámparas son obra de Angel Pulido. Este tenía sus talleres en el barrio de San Clemente, a orillas del Clamores.
Capilla del Carmen y otras
La Comunidad de Carmelitas Calzados fue fundada en la Casa del Sol, luego matadero municipal y después (ahora) Museo, teniendo como agregada la iglesia de San Gregorio, lugar donde se reunía la buena gente del saber. También de la cultura. Fue en 1593 cuando Fray Pedro de la Cruz, Definidor de la Orden del Carmelo, siendo Obispo de ésta Andrés Pacheco, el que puso ‘la primera piedra’. Luego, por los albores de 1603, la Comunidad se trasladó al magnífico edificio, comprendido entre el Azoguejo y la Cuesta de Burriaga, a mitad de camino entre las parroquias de Santa Columba y San Clemente.
Después de un montón de años de presencia en la ciudad, las diferentes desamortizaciones y otros ‘líos’ entre Calzados y Descalzos, ya en pleno siglo XX, el gran edificio, y alguna otra construcción junto al Convento, lo adquirió la Caja de Ahorros de Segovia realizando, a través del proyecto del arquitecto Galán Gómez, una magnífica y extraordinaria obra con un ‘hall’ impresionante.
A otra cosa. Sepan. La Capilla de los Doctrinos, en la calle y Colegio del mismo nombre, fue diseñada, a través de su Fundación benéfica, como Hospital y Colegio para enseñar a los niños la doctrina cristiana. Fue en 1564, y se sentaba en la silla obispal el Obispo Martin Pérez de Ayala, jienense el (‘o sea’, de Jaén) que después fue Arzobispo de Valencia. Cuando la fundación (Seminario Menor de los Doctrinos) se extinguió, continuó abierta al culto, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Paz. Capilla que era de mínima capacidad destacada por su cúpula. La casa ha estado destinada a diversos usos, y albergó á la Comunidad de monjas de Corpus, en 1899, mientras duraron las obras de reedificación del incendiado convento.
Se situaba en una pequeña calle que con el nombre de Doctrinos partía de la plaza del Seminario y se unía a la que fue Sauco y luego obispo Gandásegui. La referida calle ya no existe. Fue ocupada por los edificios del Seminario actual.
Para entendederas dóciles
Quien estas líneas leyere y con la finalidad de dar sentido a lo que a continuación se describe, relea el párrafo de introducción. Sin más:
‘Cuando adviertas que para producir necesitas obtener autorización de quienes no producen nada;
Cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes no trafican con bienes sino con favores;
Cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por su trabajo, y que las leyes no te protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra ti;
Cuando descubras que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto-sacrificio, entonces podrás afirmar, sin temor a equivocarte, que tu sociedad está condenada’.
(Ayn Rand, escritora y filósofa, nacida rusa y adoptada estadounidense. Falleció en 1982).
Buenos días. Coloquen lo descrito donde quieran ¿Se habrá parado alguien alguna vez a pensar sobre lo escrito? ¡Quía!
Que lo que queda de verano les sea propicio ¡Qué se le va hacer!
