El delantero del Real Madrid Cristiano Ronaldo se mostró ayer muy confiado de imponerse «en casa» al Bayern de Múnich para solventar la semifinal de la Champions delante de la afición del Bernabéu, que recibirá a sus ídolos como virtuales campeones de la Liga.
«Ha llegado el momento del equipo, y estoy seguro de que nos vamos a imponer porque jugamos delante de nuestros seguidores. Ellos jugaron en casa y ganaron, pero nosotros marcamos un gol fuera. Haremos un gran partido y vamos a vencer», reflexionó.
El luso vaticinó un encuentro rebosante de «adrenalina» que aguardan con «mucha ilusión» pero precavidos y con la certeza de saber que han de «ganar». «Yo hago todo igual, independientemente de quién sea con quién voy a jugar. La adrenalina puede subir por la dificultad del envite, pero el pensamiento siempre es el mismo», valoró sobre la preparación individual de cara al envite.
La estrella portuguesa confía en que «el Bernabéu haga el primer gol», puesto que es consciente de que «la afición es lo más importante» para arroparle a él y a sus compañeros sobre «el terreno de juego», un calor humano que Cristiano asegura sentir y que les hace jugar «con más confianza y con la ilusión» de hacerlo aún «mejor».
«Espero que estén con nosotros porque es un partido decisivo y tenemos que ganar», resumió al respecto. Al ser cuestionado por el rival que prefiere de clasificarse para la final de Múnich, el atacante precisó que, «independientemente» de quién sea el oponente, «que esté el Real Madrid», un equipo donde Ronaldo confesó que se siente «feliz y muy a gusto».
La estadística, a favor
Después de dejar prácticamente sentenciada la Liga con su triunfo en el Camp Nou, el Real Madrid prepara a conciencia su duelo contra el Bayern de Múnich y, tirando de estadística, el equipo blanco ya sabe lo que es eliminar a los germanos.
Fue en los cuartos de final de la temporada 2001/02, cuando los blancos eliminaron a los alemanes tras derrotarles 2-0 en el partido de vuelta en su feudo y se alzaron ese año con la novena Copa de Europa.
Ahora, la historia hace un guiño al conjunto de José Mourinho y a buen seguro que será un espejo donde mirarse mañana para conseguir el pase a la final de la Champions. Hace 10 años se produjo la misma situación en una eliminatoria entre bávaros y ‘merengues’.
En aquella ocasión, Geremi hizo de Özil marcando el gol del Real Madrid en el entonces Olímpico de Múnich. Effenberg y Pizarro lo hicieron por parte del Bayern. Una semana después, el Bernabéu fue el de las grandes noches europeas y se convirtió una vez más en talismán. Los locales, alentados por su público, vencieron por 2-0 a los germanos. Helguera y Guti dieron el pase a los españoles a las semifinales de aquella edición y, posteriormente, eliminaron al Barcelona, proclamándose campeones al derrotar al Bayern Leverkusen en la final disputada en Glasgow con un gol de Raúl y el antológico de volea de Zidane.
